Existe en la población un pesimismo excesivo respecto a las expectativas para Noche Buena y Año Nuevo, debido, según algunas personas entrevistadas ayer, al poco circulante monetario y a la crisis económica persistente, a pesar de la inyección de capital por parte del Gobierno con el pago del sueldo trece. La situación se percibe en los sectores más empobrecidos y en personas que devengan sueldos pírricos y “sobreviven” con escasos recursos económicos.

“Si este año, que ya está terminando, económicamente no fue muy bueno, el que viene aparenta que será peor. Por eso yo les exhorto a las personas y en especial a los jóvenes que creen que el mundo se va a acabar, que guarden pan pa’ mayo, que lo que viene no lo aguantará nadie. Deben ser cautos con el dinero”, manifestó Alfredo Mateo, colmadero en La Ciénaga y vigilante de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

El discurso de este señor de 56 años coincide con el de personas de su generación y con el de otros más jóvenes que fueron consultados por HOY a propósito de las fiestas navideñas. Amarilys Tapia, de 37 años, madre de cuatro hijos, y a quien le restan ocho materias para concluir la licenciatura en Farmacia en la UASD, considera que la economía está literalmente en el suelo.