Con el objetivo de que la ciudadanía contribuya a una mejor gestión pública y con mayor transparencia el uso de los recursos públicos, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPYD) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) lanzaron ayer “MapaInversiones”.
Consiste en una plataforma digital a la que las personas desde cualquier dispositivo electrónico pueden acceder y conocer la ejecución de los proyectos de inversión pública en tiempo real, para monitorizar en qué, dónde y cómo el Gobierno invierte los recursos públicos.
El representante del BID en la República Dominicana, Miguel Coronado Hunter, destacó que hoy en día los ciudadanos demandan la prestación de mejores servicios y de mayor calidad, y demandan de los gobiernos una mejor gestión pública, con mayor transparencia, cercanía en la toma de decisiones y una mayor eficacia y eficiencia en el gasto público.
Expresó que con “MapaInversiones” se empodera a la ciudadanía en el seguimiento y monitoreo del uso del gasto público.
“Los avances de la tecnología y el uso del Internet y el acceso a mayor información con la implementación de la 4ta revolución industrial, empodera a los ciudadanos y ciudadanas a conocer de las inversiones públicas y participar más activamente en el monitoreo, seguimiento y supervisión de la ejecución de los proyectos de inversión”, dijo.

El portal web es www.mapainversiones.economia.gob.do y permite visualizar, de forma fácil, atractiva y segura, información clave y relevante sobre los proyectos de inversión llevados a cabo por el Gobierno.

El ministro de Economía, Juan Ariel Jiménez, indicó que “MapaInversiones” ha sido desarrollada conjuntamente entre técnicos del BID y el MEPYD, con el apoyo del Ministerio de Hacienda y la Dirección General de Compras Públicas.
Agregó que el BID financió con asistencia técnica no reembolsable el diseño e implementación de la plataforma, la cual se basa en estándares internacionales de transparencia y gestión de la información.

Destacó la necesidad de pasar de una democracia electoral a una democracia participativa, donde los ciudadanos se involucren en todo el proceso de las políticas públicas y no sean meros receptores de las decisiones del Gobierno, sino copartícipes.