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La actual coyuntura económica por la que atraviesa el país ha dado lugar a que las insuficiencias de financiamiento en la educación superior se hayan agudizado en los últimos años. En un escenario de recesión económica y de endeudamiento interno y externo como el que en la actualidad nos rodea, vale la pena preguntarse ¿cuáles serían las reales perspectivas de financiamiento de la Real y Pontificia Universidad Autónoma de Santo Domingo de parte del gobierno actual y del que le suceda a partir de 2020?
Tratamos de informarles a nuestros amables lectores sobre lo que aquí, y en otros países de la América Española y el Caribe, ha estado ocurriendo en los últimos años en materia de educación superior, suministrando ejemplos que ilustren los diversos progresos y retrasos a considerar. Nos adelantamos en afirmar que existen pruebas convincentes de que aquí se están llevando a cabo transformaciones en el sistema con mejores resultados que las realizadas en cualquier otro momento de nuestra historia.
En esta primera entrega, nos proponemos contribuir al análisis del financiamiento de nuestro Sistema de Instituciones de Educación Superior integrado por treinta y dos universidades; doce institutos especializados de estudios superiores; y cinco institutos técnicos de estudios superiores.
Basado en el “Informe General sobre Estadísticas de Educación Superior 2017 y Resumen Histórico 2005- 2017” a cargo del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, responderemos las siguientes preguntas: Cómo ha evolucionado nuestro sistema de educación superior durante las dos primeras décadas del siglo 21 y cuál ha sido el monto de los recursos necesarios para financiar el desarrollo del mismo. Cuáles han sido algunos de los efectos que las restricciones financieras han generado en la UASD y en las demás instituciones públicas de educación superior. Cuál será la dimensión de la demanda de la educación superior en los próximos años, claro está, en el supuesto de que aquella se siga comportando de acuerdo con las tendencias observadas durante los primeros años de la década actual. Cuál será el monto de los recursos financieros para satisfacerla y cómo se relacionarán estos recursos con el crecimiento económico que probablemente nuestro país experimente. Cuáles son los mecanismos y fuentes de financiamiento que podrían generar recursos adicionales para la educación superior. Nuestras opiniones al respecto parten del supuesto de que las políticas económicas que han instrumentado los gobiernos que aquí se han sucedido en las últimas décadas no cambiarán sustancialmente durante los próximos años. Este supuesto no pretende tener un carácter predictivo. Su función es meramente analítica.
Resulta sumamente difícil el financiamiento y manejo de una universidad como la UASD de más de 200 mil estudiantes, con una oferta curricular 119 careras profesionales y presente en 19 de las 32 provincias del país. La Universidad Primada demanda de partidas adicionales para ponerse en condiciones de cumplir con principios de transparencia y de otras aspiraciones de la sociedad. Requiere de los recursos necesarios para poder ejecutar de manera plena los programas operativos, de inversión en infraestructura y transparencia. Para ello, la UASD requiere de un aumento de 1197 millones de pesos en su presupuesto del año en curso.
Ante la imposibilidad de su gobierno de asignarle a la UASD la partida del Presupuesto Nacional que las leyes 5778 y 139-01 le otorgan a la Casa de Estudios, el presidente Danilo Medina ha prometido a sus autoridades atender los problemas más urgentes que afectan a esa institución con miras al Presupuesto del año en curso. Confiamos que será así.