Perspectivas de nuestras instituciones de educación superior

Perspectivas de nuestras instituciones de educación superior

Jesus de la Rosa.

Empresas RD solo dedican 1.5% de ingresos a investigación y desarrollo

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Están nuestras instituciones de educación superior en capacidad de formar los profesionales y científicos que demanda la reproducción aquí de los modelos económicos de las grandes naciones a modo de encarar con éxito los desafíos de la globalización? La respuesta es no.

Varios estudios revelan que las empresas dominicanas apenas dedican el 1.5% de sus ingresos a la investigación y desarrollo de productos industriales innovadores.

Para reproducir aquí la experiencia de China, India y Estados Unidos necesitamos formar una masa crítica conformada por cientos de profesionales y científicos; también, enviar cientos de jóvenes egresados de nuestras mejores universidades a cursar estudios de especialización y de post-grado a las mejores universidades de Estados Unidos, Canadá y otros países altamente industrializados.

La Pontificia y Real Universidad Autónoma de Santo Domingo, el INTEC y la UNPHU son las únicas instituciones de educación superior del país que ofertan programas de carreras profesionales en el área de las ciencias básicas.

En el año 2005, la matrícula total de ciencias básicas y tecnológicas de nuestras instituciones de educación superior era de 78,786 estudiantes (25.14% de la matrícula total) Si desagregamos el área de ciencias básicas y tecnológicas en tres subáreas: ciencias básicas y aplicadas, ingeniería y tecnología, y ciencias agronómicas y veterinarias, nos daríamos cuenta que la sub real de ciencias básicas y aplicadas apenas representa un 1.3% dentro de las ciencias básicas y tecnológicas.

Nuestra experiencia en la materia nos mueve a pensar que, en la actualidad, los estudios de ciencias básicas no son los preferidos por nuestros jóvenes inclinados a optar por carreras profesionales de mucho más demanda en el mercado de trabajo.

Transformar la oferta de carrera de una institución de educación superior a modo de satisfacer la necesidad de una repentina innovación tecnológica es algo que toma tiempo y que demanda el empleo de cuantiosos recursos.

El acopio de conocimientos y el desarrollo de habilidades innovadoras contribuyen más a la productividad de las naciones que la acumulación de capitales y de riquezas naturales.

Para que nuestras empresas industriales y comerciales puedan devengar ventajas de la globalización deben de generar e incorporar innovaciones de manera continua; deben de mejorar significativamente las características de los productos que fabricamos y los servicios que prestamos; y, de emplear nuevos métodos de producción de bienes y servicios o mejorarlos significativamente.

En un mundo globalizado es necesario que las empresas industriales y comerciales desarrollen la capacidad de innovar en vez de limitarse a la importación y uso de innovaciones foráneas.

Como vemos, el avance hacia estructuras productivas complejas como lo demanda la globalización requiere de un gran esfuerzo local de adaptación, modificación y eventual creación de nuevas tecnologías.

Los países en desarrollo que disponen de grandes recursos económicos provenientes de la exportación de sus materias primas como es o era el caso de Venezuela, Colombia, Argentina y otras naciones pueden, y no tardan mucho en hacerlo, utilizar la importación a gran escala de bienes de capital como la vía más de expedita de incorporar en sus procesos productivos, los avances tecnológicos desarrollados en países altamente industrializados.