I-Realidades impactantes:
No importa qué tan rápido haya crecido la economía norteamericana, en el último trimestre de este año, es muy poco probable que sea un indicativo de un crecimiento sostenido y sustentable.
La estimación de consenso, por los diferentes analistas de esta economía, es de una tasa anualizada del 2,3 por ciento. Sin embargo, El rango de estimaciones, es amplio: desde un 1,4 por ciento hasta un 3,1 por ciento.
A principios de octubre, el Bank of America vio crecer la economía a una tasa del 1,3 por ciento. Además, el Informe sobre las Ventas Minoristas (RSMR en inglés) de septiembre, las ubico en un 1,9 por ciento. La estimación subió hasta un 2,5 por ciento antes de ser derribada a un dos por ciento por cifras de déficit e inventarios comerciales peores de lo esperado para lo queda de este año 2022.
En los Estados unidos la política monetaria la rige el Sistema de la reserva Federal (FED), que la componen 12 bancos regionales con 24 extensiones del mismo tenor. Los 12 principales están ubicados en : Boston, New York, Philadelphia, Cleveland, Richmond, Atlanta, Chicago, St. Luis, Minneapolis, Kansas City, Dallas, y San Francisco.
En su modelo econométrico y predictor intitulado GDPNOW, la FED de Atlanta había asumido una estimación de menos del uno por ciento a principios de Octubre de este año. Sin embargo, la situó en un 2,9 por ciento la semana pasada; para finales de noviembre la sitúa en un 3,1 por ciento, exactamente lo contrario de lo que sucedió con los datos econométricos del PIB, del Bank of America.
Lo anterior destaca lo inestables e impredecibles que se han vuelto los datos económicos ofrecidos por las entidades que norman la economía norteamericana.
Al observar gran parte de los mismos datos, los modelos econométricos para estimar las variables del Producto Interno Bruto (PIB) de la FED de Atlanta y los del Bank of America, estos produjeron estimaciones con una brecha del 35 por ciento entre ellos. Por supuesto, los dos modelos emplean datos ligeramente diferentes. El GDPNOW de la Fed de Atlanta se basa completamente en datos económicos provenientes de sus afiliados regionales y estatales, mientras que el modelo econométrico del Bank of America utiliza datos generados por un monitoreo constante de los movimientos financieros y bursátiles del mercado.
Es importante señalar que la contracción económica de la economía, en el primer trimestre de este año, se debió a un gran déficit comercial y a la recuperación de la acumulación agresiva de inventario a fines de 2021. Sin embargo, el costo financiero de ¨relanzar¨ dichos inventarios fue enorme e insostenible.
La realidad es que la expansión del último trimestre seguramente resultará ser un sofisma económico. De ahí que, es casi seguro que la economía volverá a contraerse en lo que queda de este año o el primer trimestre del próximo año, a medida que la vivienda se convierta en un lastre aún mayor, el gasto de los consumidores disminuya y la inversión empresarial retroceda en previsión de la recesión inducida por el alza de las Tasas de Política Monetaria (TPM) de la Reserva Federal, pago de la deuda de reposición de inventarios y, por qué no, la perdida sensible del mercado cambiario, basado en el Dólar, frente a otras divisas emergentes.
II- ¿Podría darse un giro positivo?
1-Para lo que queda de este año y la primera mitad del 2023 la balanza comercial tendrá que cerrar en cifras verdes para así poder contribuir positivamente al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
2-La dinámica entrópica de la economía tendría que facilitar que la Reserva Federal reduzca la inflación al objetivo del dos por ciento.
3-Tanto como los pedidos de bienes duraderos como las ventas de casas nuevas deberán exhibir más dinamismo de lo esperado, lo que probablemente impulsará las estimaciones de crecimiento, retrasaría las estimaciones del comienzo de la recesión que se avecina y aumentaría las previsiones de la TPM l de la Reserva Federal.
4-Para que los pedidos de bienes duraderos aumenten, debe de ocurrir un aceleramiento en los despachos de insumos y mercancías asi como también una redistribución más equitativa en los costos de los fletes.
5-En el sector vivienda, tendría que darse un notables incrementos en las ventas de viviendas, financiadas a tasas competitivas y al alcance de los bolsillos de los estadounidenses; nadie puede entender por los compradores les preocupa que las tasas sean aún más altas el próximo año y han decidido comprar antes de que las viviendas se vuelvan aún menos asequibles. Esto ha disparado los niveles de desestabilización del mercado inmobiliario con efectos alcistas en los valores de la propiedad inmobiliaria.
En resumen: Una versión optimista de estos datos es que, a lo mejor, podría hacer más probable el llamado escenario de «aterrizaje suave». Verbigracia, si la economía pudiera crecer con tanta solidez, a pesar de la serie de aumentos gigantescos de las tasas de interés de la Fed, tal vez sea lo suficientemente fuerte como para resistir aún más el próximo año sin caer en una recesión grave. Este punto de vista, sin embargo, depende del pronóstico de que la inflación puede reducirse sin una recesión económica.
NOTA: ¡MIRÉMOSNO EN ESE ESPEJO, DOMINICANOS!