Perspectivas macroeconómicas para 2012

Perspectivas macroeconómicas para 2012

Con las incertidumbres acerca de la evolución de la economía global para este año, dada la crisis de la deuda en la UE, es harto difícil pronosticar el comportamiento de cualquier economía. Sin embargo de una cosa podemos estar seguros,  que en RD la estabilidad, con un crecimiento moderado, será preservada en este último tramo de gobierno y el resultado final en 2012 dependerá de quien ocupe la presidencia a partir del 16 de agosto.

Esta administración, en menos de un año sacó la economía de la crisis financiera más grave en la historia, condujo el país durante cuatro años con uno de los niveles de crecimiento más altos de la región con estabilidad y supo preservarlo, a pesar del choque de los precios en el 2008, la recesión global del 2010 y los actuales eventos caracterizados por  una ralentización del crecimiento a nivel global.

El pasado 2011, a pesar de ese panorama adverso, la economía creció 4.5%, con inflación de 7.76%, las exportaciones nacionales creciendo 44%, las zonas francas 19%, el turismo 3.5% y la inversión extranjera superando los US$2,300 millones. Para un gobierno con ese desempeño no caben dudas que los estimados del programa monetario del BC y los supuestos macroeconómicos contenidos en el proyecto de presupuesto para  2012 se van a cumplir.

El programa monetario del BC, elaborado bajo “metas de inflación”, estima que la economía en 2012 va a crecer entre 4.5-5.0% y la inflación se ubicaría dentro del rango meta de 5.5% +/- 1.0%, preferentemente cercana al límite inferior.

En cuanto a la balanza de pagos se proyecta un crecimiento de las exportaciones nacionales de 47%, la zonas francas en 7.7%, el turismo en 5.7%; el déficit en cuenta corriente se reducirá (las importaciones reducirán su tasa de crecimiento) a 5.4% del PIB y el resultado global de la balanza de pagos será superavitario.

Algunos analistas consideran que por razones electorales el gasto público se va a incrementar y aumentar el déficit del gobierno central y  luego del proceso electoral se deberá producir un fuerte ajuste en el gasto y eso provocaría un desplome del crecimiento.

Esos argumentos no toman en consideración que el actual gobierno tiene limitaciones, tanto por el comportamiento de las recaudaciones como por la posibilidad de lograr financiamientos para un mayor déficit, y que si bien podría ser necesario un ajuste fiscal, especialmente si las próximas autoridades aspiran a firmar otro acuerdo con el FMI, necesariamente eso no implicaría un desplome del crecimiento porque cabría la posibilidad de una política monetaria más flexible, como la aplicada en el 2009, dirigida a incentivar la demanda agregada por la vía de mayores créditos a menores tasas de interés para el sector privado.

La economía dominicana es sana, contamos con un sector financiero fortalecido y cumpliendo normas de calidad mundial; están creciendo las exportaciones nacionales,  las zonas francas en impresionante recuperación, las exportaciones de ferroníquel se mantienen, este año comienzan las exportaciones de oro, y con un gobierno que preserve la confianza, continuará la inversión extranjera contribuyendo a crear más empleos y equilibrar la balanza de pagos.

República Dominicana ha sobrepasado esta crisis global con un magnífico desempeño y sabremos superar los retos, siempre y cuando a partir del próximo 16 de agosto esté al frente del gobierno un Presidente racional, con capacidad de escuchar y dialogar, que concite la confianza de los mercados, inversionistas y agencias clasificadoras y además cuente con la voluntad de emprender las reformas necesarias y el Congreso que las apruebe. Y el único candidato que reúne esas condiciones es el Lic. Danilo Medina.

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