Apenas se inicia el nuevo año, y los embarradores de cuartillas en los pocos medios escritos que quedan, nos inquieta lo que nos puede traer el futuro conociendo el inestable accionar de los políticos dominicanos que año tras año nos sorprenden con sus errores, repeticiones y omisiones que es el lugar común donde llega su imaginación.

Las actividades de las agrupaciones políticas criollas se repiten en sus estrategias focalizadas todas en ver de cómo lograr una mayor asignación presupuestaria y de como evaden los amarres que les impone la Junta Central Electoral para que se comporten bien y no sean tan traviesos con los fondos y con sus programas de campaña.

Los partidos políticos, aun los que tienen un registro de miles de miembros, a la hora de la verdad son apenas estructuras políticas que apenas pueden tener uno o dos locales en los pueblos mas importantes y en los demás ni se les conoce. Pero anuncian inscripciones de cientos de simpatizantes y muestran en actos lo multitudinario de los eventos que bajo techo celebran para inscribir su nueva militancia. Por el volumen de los inscritos la gente sensata se rompe la cabeza que de dónde salen tantos nombres de miembros a lo cual las autoridades electorales no tienen tiempo de verificar esas listas y ver si tales nombres corresponden a la personas físicas residentes donde dicen que viven.

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Las actividades políticas son mediocres, de poca imaginación y de repetir las mismas quejas y promesas de cada año y permanecen insolubles. Y mas ahora que con el candidato peledeísta de Santiago sus lugares comunes de sus discursos es una repetición de todo lo que los otros aspirantes en sus mensajes es para incordiar al Gobierno. No son coherentes, de poca imaginación en un programa de ofertas y promesas novedosas. Tan solo es un disco rayado similar en todos los aspirantes que siempre esperan con ansiedad y amenazan, cuando el dinero regalado que les entrega la Junta Central Electoral, se dilata, se les recorta o alegan discriminación por ser marginados cuando la JCE percibe que su militancia esta abultada y apenas consisten en un puñado nombres para cumplir con los reglamentos electorales. Saben por experiencia que la JCE no revisa minuciosamente esos abultados listados como los que ahora ofrece la Fuerza del Pueblo que inunda cada semana los medios llenos de su exhibición de su poderío de masas y se consideran como vencedores en mayo del 2024.

Por su parte el partido de Gobierno, el PRM, arrastra el trauma de su progenitor el PRD. Solo sabe gobernar por un período constitucional ya que los errores que cometen sus principales miembros, les ensombrece lo bueno que hacen en su gestión y fracasan para optar por un segundo período. Ahora se esta viendo ese proceder de eliminarse como Chacumbele. Los errores que cometen muchos de los funcionarios actuales no pueden ocultarlos y afecta lo bien que esta trabajando el presidente Abinader.

Parece que él cree que vivimos en un país desarrollado en que cada quien es responsable de sus actos.

Tal cosa no es así y si no hay un control y orientación permanente del presidente Abinader su buen Gobierno fracasará.