LIMA — Dina Boluarte, la primera mujer presidenta de Perú, gobernará sin un grupo parlamentario propio que apoye su gestión, por lo que deberá construir cuidadosas coaliciones con miembros del Congreso, que es la institución más desprestigiada en el país sudamericano, indicaron el jueves los expertos.
La abogada de 60 años asume el poder durante la época de mayor turbulencia política de las últimas dos décadas, bajo una potente sequía que azota los Andes, una quinta ola de infecciones por COVID y una gripe que ha matado a miles de aves en la costa del Pacífico.
“Habrá una incertidumbre continua”, dijo Eric Farnsworth, vicepresidente del Consejo de las Américas. Para tener un gobierno que funcione, hay que lograr una coalición lo suficientemente grande como para impulsar políticas y legisladores que te respalden, añadió.
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A diferencia de su antecesor, Pedro Castillo — detenido por la policía el miércoles por la tarde por el presunto delito de rebelión, tras intentar disolver de forma ilegal el Parlamento—, la nueva presidenta debe elegir ministros de amplia trayectoria, capacidad moral y conocimiento del Estado, dijo Alonso Cárdenas, profesor de Ciencia Política de la universidad peruana Antonio Ruiz de Montoya.
Castillo nombró más de 70 cambios ministeriales en su gestión de casi 17 meses, incluyendo algunos secretarios sin ninguna experiencia política. “Los nuevos ministros deben manejar el aparato público con propiedad para afrontar los terribles problemas que tiene el país”, añadió Cárdenas.
Tras juramentar en el Parlamento, la presidenta Boluarte pidió una tregua política para instalar un “gobierno de unidad nacional”. Luego, mirando a los legisladores, dijo en su primer discurso que en su gabinete estarán representadas “todas las fuerzas democráticas”. Cárdenas sugirió cautela y recordó que el Congreso es la institución más desprestigiada de Perú “y que pactar o tener algunos arreglos con ellos puede ser contraproducente a los ojos de la ciudadanía”.
Todas las encuestas coinciden en la impopularidad del Parlamento. Según un sondeo nacional de noviembre del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), el Congreso unicameral peruano tiene 86% de desaprobación y apenas un 10% de aprobación.
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La crisis política peruana se ha evidenciado con seis presidentes en seis años, desde 2016. Tres parlamentos han usado ocho veces una causal permitida por la constitución llamada “permanente incapacidad moral”, con la que se logró destituir a dos mandatarios, incluido Castillo.
El ahora exmandatario llegó al poder el 28 de julio de 2021 y apenas superó por 44.000 votos a su rival en las elecciones presidenciales, la derechista Keiko Fujimori. “Si había algo que no tenía Castillo eran apoyos”, recordó Flavia Freidenberg, politóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro del Observatorio de Reformas Políticas en América Latina. “No tiene partido político, no tiene apoyos estratégicos y evidentemente no tenía apoyo de las Fuerzas Armadas”, acotó.
El canciller de México Marcelo Ebrard no descarta que su país pueda acoger a Castillo dada la tradición de asilo de la nación azteca. “Si él lo pide, lo consideraríamos en sentido positivo, no deberíamos oponernos, pero no lo ha hecho”, dijo en declaraciones el miércoles por la tarde a la mexicana Radio Fórmula.