LIMA (EFE).- El Gobierno peruano enviará a Haití a principios de septiembre a 205 militares que participarán en la Fuerza Multilateral de Paz de las Naciones, dijo ayer a EFE el ministro de Defensa, Roberto Chiabra.

   Del contingente militar peruano, 114 personas pertenecen al Ejército; 49 a la Marina de Guerra y 42 a la Fuerza Aérea.

   Durante la visita de inspección que realizó el ministro de Defensa a los militares que viajarán a Haití, Chiabra resaltó que Perú no participa en una misión de paz «desde hace 31 años», cuando se destacó a un equipo peruano a la frontera entre Israel y Egipto tras la guerra del «Yom Kipur».

   Los 205 efectivos se ubicarán en la localidad de Jacmel, a 40 kilómetros al sur de Puerto Príncipe, y su estadía en principio durará seis meses.

   El ministro de Defensa explicó a EFE que los peruanos en Haití «tienen como misión, velar por la seguridad de la población y el orden social».

   Chiabra comentó que, «históricamente, Perú nunca ha participado en alguna acción militar que atente contra otro Estado» y solo ha defendido su «integridad territorial».

   Las relaciones con Chile «atraviesan un buen momento, prueba palpable de ello es el reciente viaje a Santiago del Jefe del Ejército, José Graham, y una próxima visita de militares chilenos a Lima», dijo el ministro.

   Uno de los peruanos más jóvenes que viajarán a Haití, el suboficial Juan Facundo, de 26 años, se declaró «orgulloso de haber sido elegido como parte de la misión de paz», mientras que el teniente Marcelo Camacho, especialista en comunicaciones, confió en «estar preparado para las dificultades» que se presenten».

   En la misión de la Organización de las Naciones Unidas en Haití, denominada MINUSTAH, que a diciembre próximo estará integrada por 6.700 militares y agentes de seguridad comandados por un general brasileño, participan fuerzas de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Perú.

   Por encargo del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, el ex canciller chileno Juan Gabriel Valdés está al frente de la misión.

   El objetivo es restablecer la paz y la estabilidad en Haití, donde en febrero pasado se produjo una rebelión que hizo caer al presidente Jean Bertrand Aristide, con el fin de preparar el terreno para la celebración de elecciones en 2005.