La crisis política que vive Perú desde hace dos días continúa este viernes con protestas en Lima y otros ciudades del país.
Cientos de personas se han congregado en diversos puntos de la capital peruana para demandar nuevas elecciones generales que renueven la presidencia y el Congreso.
Las carreteras que van hacia el sur y el norte de Lima fueron bloqueadas con barricadas levantadas por grupos de manifestantes, principalmente del sector agrícola.
Las protestas se producen dos días después de que el presidente Pedro Castillo fuera destituido por el Congreso, luego de que el mandatario anunciara la disolución del legislativo.
Castillo fue detenido y enfrenta una acusación de «rebelión».
La nueva presidenta, Dina Boluarte, dijo este viernes que está dispuesta a conversar con las fuerzas políticas y civiles del país sobre un adelanto de elecciones, algo que había descartado el día anterior.
Änte las protestas surgidas en diversos puntos del país, pidió calma: «Si la sociedad y si es que la situación lo amerita adelantar elecciones, en conversación con las fuerzas democráticas y políticas del Congreso, nos sentaremos a conversar», dijo Boluarte a la prensa.
Exigen un cambio en el Congreso
Una de las demandas de los manifestantes es la disolución del actual Congreso y el llamado a nuevas elecciones.
El cuerpo legislativo ya tenía una aceptación inferior al 10% en las encuestas desde antes de la crisis actual.
Imágenes de la televisión local mostraron temprano el bloqueo en un tramo de la principal carretera de la costa peruana, a 300 kilómetros al sur de Lima, por parte de cientos de agricultores que demandan adelantar las elecciones, informó la agencia Reuters.
En la capital de Perú, simpatizantes de Castillo se congregaron en las afueras del Congreso para exigir la dimisión de los legisladores. Ahí hubo algunos enfrentamientos con la policía.
Otras protestas con pedidos similares y en apoyo a Castillo se habían registrado también el jueves, aunque moderadas, en algunas calles de Lima y ciudades del interior del país como Puno.
En su juramentación, Boluarte -quien hasta antes era la vicepresidenta de Castillo- declaró que estaría en el cargo hasta el término del periodo presidencial constitucional, en julio de 2026.
Al ser cuestionada sobre un adelanto de elecciones el jueves, había dicho que no lo estaba considerando como una opción. Pero este viernes abrió la posibilidad de que ocurra «si es que la situación lo amerita».
«Quiero llamar a las hermanas y los hermanos que están saliendo en protesta, seguramente con razón o sin razón, quiero llamar a ellos: calmémonos», dijo la mandataria.
«No he sido yo quien ha provocado tal situación, acá estoy solo cumpliendo el rol constitucional (…) busquemos una salida pacífica».
Respecto a pedidos de algunos partidos de izquierda y de un sector de la población de convocar a una asamblea que redacte una nueva Constitución, la mandataria dijo que es un reclamo postergado que no debe abandonar.
«Pero creo que éste no es el momento, ahorita el Perú está atravesando una crisis política y hay que solucionar la crisis económica y alimentaria», señaló Boluarte.
En tanto, Castillo permanece detenido en una prisión de la Lima, donde también está recluido el expresidente Alberto Fujimori.
Castillo ha pedido asilo político a México, cuyo gobierno dijo que lo recibiría. Pero no es claro si podrá salir del país dada la prisión preventiva que pesa en su contra hasta el 13 de diciembre.