Peru Rivales presidenciales blanden la historia del país

Peru Rivales presidenciales blanden la historia del país

Una enorme foto monocromática domina una pared de las oficinas centrales del APRA, el partido de Alan García, en Trujillo, la tercera ciudad de Perú. Muestra a un Alan García alto, de unos veinte y tantos años, que se convertiría en el primer líder del APRA que llegara a la Presidencia, con copiosas patillas y camisas de vestir, junto a la figura diminuta y con cierta calvicie de Víctor Raúl Haya de la Torre, el fundador del partido.

El señor García puede que esté a solo semanas de una posibilidad de reclamar la Presidencia, pero Haya de la Torre, quien murió en 1979, quizás sea la personalidad política más importante en Trujillo. El creador del partido más viejo y más poderoso de Perú nació aquí, y fue aquí en 1932 donde el APRA lideró una revuelta contra los barones del azúcar, que fue reprimida brutalmente.

En una reciente manifestación en la ciudad costera del norte, el discurso del señor García estuvo repleto de referencias al señor Haya de la Torre y la historia del APRA. Al rechazar la cruda opción entre mercados totalmente abiertos y la nacionalización de la industria, como amenazaba su rival en las elecciones, dijo a una extasiada multitud: “Como dijera Víctor Raúl: `Ni Washington, ni Moscú, solo el APRA salvará a Perú´”.

Mientras el señor García, quien esta semana se coló en la segunda ronda de las elecciones presidenciales de Perú, se prepara para lo que promete ser un duro combate con Ollanta Humala, el nacionalista radical que encabezó la votación en la primera ronda, la batalla está tanto sobre el pasado como el futuro. Ambos candidatos quieren superar aspectos de su historia personal y ambos intentarán hacerlo mediante la evocación del espíritu de algunas de las figuras magníficas del pasado político de Perú.

Mientras que el señor García se apoya firmemente en Haya de la Torre, el señor Humala, un ex oficial del ejército, se ha estado promoviendo como el heredero político de Juan Velasco Alvarado, el primer dictador izquierdista que gobernó Perú entre 1968 y 1975. Velasco, quien nacionalizó industrias y limitó la libertad de prensa, se recuerda principalmente por un programa de reforma agraria que resultó un fracaso económico, pero sí políticamente popular en áreas rurales.

 “Velasco dio cuenta del sistema semi-feudal y expropió a una clase que había controlado las tierras cultivables durante 500 años”, dijo Gonzalo García, el compañero de boleta para la vicepresidencia del señor Humala, en una entrevista reciente. “En ese periodo tuvimos la mayor redistribución de tierras del siglo XX, mayor aún que la de Cuba. Poe eso es que el 85% de la población todavía reverencia a Velasco como un dios”.

“Por supuesto, para el 15% restante es el diablo”.

Al mismo tiempo, la contienda Humala-García enfrenta a dos de las instituciones políticas más poderosas de Perú entre sí: el APRA, su partido más antiguo y formidable, y el Ejército, que ha gobernado el país durante gran parte de su historia reciente. Ambos se han enfrentado muchas veces, pero nunca esa confrontación se había canalizado tan abiertamente mediante un proceso electoral.

Los activistas del APRA también esperan que la victoria revitalice el partido, que perdió  terreno en los años que siguieron a la pérdida de la Presidencia del señor  García.

Al situarse ellos mismos de manera consciente dentro de la historia, ambos esperan desviar la atención de sus debilidades. Al apelar a la fidelidad de la relación del APRA con el pueblo peruano, el señor García espera nublar los recuerdos de su desastrosa presidencia entre 1985-1990, que trajo el caos económico y una sangrienta guerra interna con las guerrillas. Al asociarse a una línea revolucionaria de la historia de Perú que se rebeló contra las élites gobernantes, el señor Humala intenta desviar la atención de su falta de experiencia.

Ambos candidatos también han procurado reforzar sus telones de fondo. El señor Humala ha echado a un lado las acusaciones de violaciones de los derechos humanos mediante referencias constantes a camaradas que quedaron en el camino y su contribución a la defensa del país contra las guerrillas maoístas del Sendero Luminoso.

El señor García ha respondido con referencias a la historia del APRA: miles de sus activistas murieron luchando por la democracia contra los gobiernos militares represivos y unos 1,600 funcionarios elegidos del APRA fueron asesinados por el Sendero Luminoso. En las próximas semanas, destacará su experiencia y su estatus como una cantidad conocida frente a la incertidumbre que rodea a su rival.

Hubo cierto indicio del veneno que está por venir en su discurso de cierre de campaña en la primera ronda, en Lima.

 “Tengo un mensaje para aquel hombre que descubrió el nacionalismo a los 40 años y que dice que va a enterrar el APRA”, soltó el señor García. “Mucho después que esté muerto y enterrado, mi partido político tendrá más vida que nunca”.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

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