LIMA (EFE).- El 65 por ciento de peruanos se debate entre un adelanto de las elecciones o que se declare vacante la Presidencia como solución del estancamiento en que se encuentra el país, de acuerdo a un sondeo nacional publicado ayer en Lima.

La encuesta de la empresa Datum, realizada hace cuatro días, señaló que el 34 por ciento de entrevistados optó como solución al «estancamiento» político que el presidente peruano, Alejandro Toledo, convoque a un adelanto de elecciones, programadas oficialmente para el 2006.

El 31 por ciento de peruanos prefiere que el Congreso declare vacante la Presidencia, mientras que un ocho por ciento opinó que la situación debería permanecer igual.

La Constitución de Perú considera como razones para declarar vacante la Presidencia la renuncia aceptada por el Congreso, el abandono del cargo, una sentencia condenatoria por delitos de función o infracción constitucional, incapacidad permanente física o mental declarada por el Congreso y una conducta incompatible con la dignidad del cargo.

Si se produjera esa posibilidad, el llamado a asumir el cargo sería el presidente del Congreso, Henry Pease, y se convocaría un adelanto de elecciones, que debe ser aprobado en dos legislaturas, es decir, en no menos de seis meses.

En la misma encuesta, el 11 por ciento de los peruanos consultados eligió que las Fuerzas Armadas den un golpe de Estado y un 8 por ciento que haya un levantamiento popular y la toma de las calles.

De acuerdo al sondeo de Datum, Toledo tiene un 7 por ciento de aprobación popular a nivel nacional, mientras que su desaprobación está en el 91 por ciento. Un 2 por ciento no opina.

El gobierno peruano ha iniciado una campaña de «reenganche» popular, con una fuerte inversión publicitaria, para difundir los logros gubernamentales en tres años de gestión.

Sin embargo, los entrevistados aseguran que el problema más grave del país es el desempleo (45 por ciento), la situación económica (23 por ciento) y la corrupción (19 por ciento).

La administración de Toledo enfrentará nuevamente una masiva movilización de protesta popular el próximo 14 de julio, convocada por la principal central sindical, para rechazar su política económica que tiene como principal estandarte la disciplina fiscal.