Peruanos tendrán que decidir entre dos candidatos polémicos

Peruanos tendrán que decidir entre dos candidatos polémicos

 LIMA.  AP. Los peruanos elegirán en segunda vuelta entre el ex militar izquierdista Ollanta Humala y Keiko Fujimori, hija del ex presidente Alberto Fujimori, quienes despiertan dudas sobre su verdadera vocación democrática y su respeto por las leyes, la libertad de prensa y los derechos humanos.

 La elección entre Humala y Fujimori, que el Nobel de Literatura peruano Mario Vargas Llosa comparó con la encrucijada de elegir entre “el sida y el cáncer terminal”, se hizo realidad en las primeras horas del lunes cuando la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) confirmó que ambos fueron los candidatos que obtuvieron la más alta votación. 

Al 89,6% del cómputo, Humala ha obtenido el 31,3% de votos válidamente emitidos y Keiko Fujimori el 23,2%.  Humala, un ex teniente coronel del ejército de 48 años, genera temor porque en su plan de gobierno plantea un cambio de la constitución y que el Estado asuma un rol regulador de la economía, manejada exitosamente en el último decenio siguiendo un modelo neoliberal.  Además su declarada admiración por el presidente de Venezuela Hugo Chávez –que en gran parte condujo a su derrota en segunda vuelta en los comicios de 2006– genera temor de que un gobierno suyo devenga en un régimen intervencionista, estatista y represor de las libertades. 

El presidente boliviano Evo Morales felicitó a Humala por la victoria electoral en primera vuelta y prometió profundizar las relaciones con Lima si finalmente es elegido presidente. “Quiero expresarle mi más sincera felicitación”, expresó en el comunicado.

Rechazo de la población

Humala tiene un hermano menor, Antauro, que en 2005 lideró la toma violenta de una comisaría en una ciudad andina pidiendo la renuncia del entonces presidente Alejandro Toledo. El resultado fue la muerte de cuatro policías y dos de sus seguidores, por lo que Antauro cumple 25 años de cárcel por rebelión, asesinato y tenencia ilegal de armas.   Keiko Fujimori, de 35 años, es rechazada por un amplio sector de la población que recuerda el autoritarismo, los altos niveles de corrupción, las violaciones a los derechos humanos y la coacción a la prensa durante la década del gobierno de su padre (1990-2000), quien cumple una pena de 25 años por delitos de lesa humanidad.  Pero Keiko capitalizó con éxito las añoranzas de la mayoría menos favorecida por el asistencialismo implementado por Fujimori, y los logros de su padre como la eliminación de la hiperinflación y la derrota del terrorismo.  “Hay razones reales para estar preocupados en ambos casos”, Steven Levitsky, profesor de   Política en de Harvard.

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