Perversidades globales y capital intelectual

Perversidades globales y capital intelectual

La capacidad  intelectual de una organización socioeconómica, privada y/o pública,  con o sin ánimo de lucro, se evidencia en su disposición  para generar valor mediante la ejecución de sus propósitos, dadas las estructuras e interrelaciones entre los componentes del capital intelectual y los capitales físicos y financieros que componen la entidad en cuestión, en cualquier momento dado del tiempo.

Ahora bien, si como es positivamente apreciado, el capital humano es el factor base para la creación de riqueza y bienestar, la siguiente terna de perversas acciones y resultados negativos confirma, por extensión opuesta, la validez de este postulado.  Veamos:

Bernard  Madoff,  gestor de intermediación en los sectores de valores estadinenses, logró generar una estafa al mercado en cuantía equivalente al 30% del producto interno colombiano, luego de más de treinta años de hábiles maniobras para preservar su posición de confianza frente a sus clientes, la cual era la fuente de su posicionamiento. 

En efecto, en el artículo Con of the Century,  aparecido en  la revista The Economist del 18 de diciembre pasado,  se afirma que grandes grupos de personas e instituciones fueron víctimas del hábil manejo de Madoff, entre ellos Steven Spielberg,   Carl Shapiro y  “ … docenas de supuestamente sofisticadas firmas financieras cayeron igualmente, incluyendo bancos como el Santander y el HSBC, y  Fairfield Greenwich, éste último, un especialista de inversión alternativo que había colocado no menos de 7.5 billones de dólares al cuidado de Bernie … ”. 

La confianza que desarrolló Madoff la basó en un esquema de pirámide, en  el cual a los clientes elegidos y calificados se les requería guardar la reserva de formar  parte de este brillante “tum-business”  “ … aceptando que preguntarle a Bernie por las estrategias del negocio sería tan absurdo como pedirle a Coca Cola que enseñe al mercado su fórmula mágica  …”  Los costos de corto y largo plazos de este ingenio son evidentes.

En términos similares,  está el acelerado desarrollo efectuado por DMG, organización que afectó a más de 250.000 personas e instituciones de Colombia y del exterior, con el atractivo de rentabilidades de corto plazo muy por encima de lo normal y con la capacidad comunicativa de su líder para sostener confianza, factores que permitieron crear el esquema que ha lesionado la posición financiera de los clientes de la organización en varios centenares de miles de dólares.

Lehman Brothers  y, tras esta institución  el sistema de banca de inversión, ha destruido valor en más de 3 trillones de dólares coadyuvando a acelerar el proceso de crisis financiera actual, el cual resumo en la siguiente suma aritmética:

Rango estimado de las pérdidas financieras  US$ 4.0 – 4.5 trillones

Valor prometido oficialmente para recuperación  US$ 2.5 –  3.0 trillones

Valor destruido para las posiciones financieras US$ 1.5 –  2.0 trillones. Este último rango representa un ajuste de precios de mediano y largo plazos y, por ende, se convierte en el costo transaccional de las operaciones en valores, incluido el de  la “especulación negativa”  basado en índices y activos móviles y fijos.  Por su parte, el inventario de bienes y servicios de la economía real permanece igual. 

De otro  lado, China e India, países con los más altos niveles de crecimiento de la última década, se proyectaban como los de soporte para atenuar los efectos de la recesión económica mundial  y, de repente, aparecen afectados en sus niveles esperados de crecimiento, con reducciones en el orden del 30 – 40% en sus tasas, lo cual lesiona adicionalmente el nivel del reacomodo económico mundial.

Estos dos países, al igual que otros emergentes de varias latitudes del mundo, con base en el fortalecimiento intelectual de su capital humano y en trabajo basado en equipos y redes, como lo afirmaba T.A. Stewart hace una década,  han generado riqueza y bienestar en forma contundente y lo seguirán haciendo a pesar del resultado descendente que se avizora.  A más de los muchos otros ejemplos que se pueden adicionar para este inventario, tal el caso de las empresas del terrorismo mundial y del narcotráfico internacional, los tres primeros ejemplos validan la realidad de que el capital intelectual también es capaz de engendrar circunstancias negativas, lo cual es un punto de referencia importante para su sanción y eliminación del entorno normal de las relaciones socioeconómicas globales.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas