ISLAMABAD (AP) — La suspensión de las garantías constitucionales y el cese de los jueces independientes le daría algo de tiempo adicional al presidente y general Pervez Musharraf, pero su asunción de los poderes de emergencia podría desestabilizar a Pakistán todavía más y envalentonar a los insurgentes islamistas.

  A los aliados occidentales le será cada vez más difícil apoyar a un líder militar que ocupó dos veces el poder por la fuerza.

  “Pakistán podría haber quedado en un callejón sin salida y su capacidad para salir incólume es altamente dudosa”, según un comentario publicado el domingo en el diario Dawn firmado por el abogado I. A. Rehman, de 77 años, detenido horas después por la policía.

  Musharraf iba a abandonar este mes su uniforme militar para introducir una era de democracia, largamente prometida.

Empero, temeroso de que la Corte Suprema torpedeara sus planes de gobernar otros cinco años como un civil, recurrió a las medidas dictatoriales.