Tratando de evadir su responsabilidad histórica en el mal manejo de las finanzas públicas, sabemos que el Presidente Fernández hablará cualquier cosa, menos la verdad, que la crisis de producción, empleo y precios que afecta a los dominicanos, se debe al desorden en el manejo del presupuesto, que se sintetiza en un déficit que podría superar los 210 mil millones de pesos en el periodo 2008-2011. Como dicen los historiadores, los papeles hablan, éstos con claridad culpan al Presidente Fernández, a su gobierno y al PLD del desorden fiscal, del exceso de impuestos y de deuda, así como de la prolongada presencia del FMI en el país.
Con seriedad nunca quisieron someterse a un estricto plan de austeridad como lo demandaba la población y la coyuntura. Pudieron evitar los aumentos de tasas de interés que tienen al borde de la crisis de pago a familias y empresas muy endeudadas con el sector financiero. Debieron prevenir la inflación que se estima terminará en dos dígitos en el 2011. Son responsables de los innecesarios aumentos de tarifa eléctrica y de los combustibles al mismo tiempo, que han provocado la escalada alcista de precios que aumenta la pobreza absoluta. Como carece de argumentos válidos es que el Presidente Fernández no habla como Jefe de Estado. Que sin convencer a nadie intenta lavarse las manos, diciendo que la crisis se debe a la especulación internacional en los mercados de productos, pero no es así, porque solo nosotros sufrimos los desproporcionados aumentos de precios.
Como el pueblo lo conoce, no espera que se haga responsable, como lo es, del mal manejo de las finanzas públicas y de la inflación. Que reconozca humildemente que por la ineficiencia de su gobierno la caída en el PIB no será menor a 4%, respecto a lo que podríamos lograr gestionando la economía con estabilidad presupuestaria. Como el crecimiento promedio fue 7.5% en el periodo 2005-2010, no llegará a 4% en el 2011. Que cite la caída observada en los ingresos fiscales, respecto a los estimados, como demostración de que este año tendremos muy poco crecimiento.
Como no pedirá perdón por haber causado tantos daños económicos, carece de credibilidad para dar explicaciones y hacer promesas. Credibilidad que hace tiempo se perdió, porque nunca ha respetado ningún plan. Sobran los ejemplos. Las reiteradas violaciones a los acuerdos con el FMI. Durante el primer Stand By (2005-2008) el gobierno pidió 11 dispensas y en el vigente (2009-2012) va por 10 y todavía faltan dos revisiones. Los endeudamientos en pesos y dólares en el presupuesto del 2011. En bonos para pagar deudas administrativas tenía pendiente de aprobación 3 mil millones de pesos, pero el Congreso Nacional aprobó 7 mil millones de pesos. En bonos soberanos, el límite era 500 millones de dólares, pero como tuvieron demanda por 3,000 millones de dólares, intentaron sorprender a los dominicanos colocando 250 millones de dólares adicionales. De no haber sido por la oportuna denuncia que hizo el PRD la semana pasada, se hubiese violado la Constitución de la República, la Ley de Presupuesto y el Acuerdo Stand By. Sin credibilidad y con engaños no se gobierna.