Ha muerto Salvador Jorge Blanco, político, catedrático, escritor y abogado, dirigente del Partido Revolucionario Dominicano, senador de 1978 a 1982 y luego gobernante de 1982 a 1986 en una etapa de acentuadas dificultades económicas y políticas que dieron pie a disturbios callejeros dolorosos para la sociedad. Su vínculo con la política comenzó a la caída de Trujillo en las filas de la Unión Cívica Nacional. Abandonó esta organización a raíz de que su dirigencia respaldara el golpe de Estado contra Bosch en 1963. Se sumó a los reclamos de retorno al orden constitucional y se integró al PRD. Durante la guerra civil fue procurador general constitucionalista y formó parte de la comisión que acordó el retiro de las tropas de ocupación de EU y la instalación de un gobierno provisional, paso fundamental para superar el estado de guerra y re encauzar el país.
Tras su paso por el poder, se le formularon cargos por supuestos actos dolosos de su administración. Fue condenado y un tiempo después liberado de responsabilidades, primeramente por la Presidencia del ingeniero Hipólito Mejía e inmediatamente después por una corte judicial que cerró un capítulo de la historia dominicana en el que la pasión política contra el ex-mandatario y el PRD jugó un papel determinante. Expresamos hondo pesar por su deceso, en particular a sus acongojados descendientes que se declararon orgullosos de su legado. Paz a sus restos.
Mantener el cólera a raya
El número de personas que ha enfermado de cólera en el territorio nacional llegó a 105, con 23 nuevos casos registrados en 2 días, pero sin mortalidad comprobada. La cifra es preocupante pero dista todavía de las graves repercusiones que podían esperarse de una enfermedad que causa estragos en Haití, país del que nos separa la más permeable de las fronteras del continente. La estrategia oficial para lograr un control razonable sobre este mal con rasgos de epidemia arroja resultados tranquilizadores y solo resta exhortar a las autoridades a no apartarse de las líneas generales del trabajo preventivo y curativo.
La información a tiempo y verosímil que suministra Salud Pública sobre el curso de la enfermedad compromete mucho a la gente a cuidarse. Empoderar a las comunidades en las zonas de notable presencia de la bacteria ha sido efectivo. Los dominicanos han reaccionado hasta ahora a la altura de la gravedad de los riesgos. Sigamos así.