La pesca indiscriminada que se produce ante la falta de regulación en las costas dominicanas ha diezmado considerablemente la población de peces y crustáceos en todo el litoral costero del país, especialmente en la zona norte.
La pesca intensiva ha obligado a los pescadores organizados a internarse hasta por un mes en mares territoriales extranjeros, arriesgándose a ser detenidos y a que se les incaute su embarcación por la violación de espacio marítimo.
El problema es que los pescadores informales pescan todos los días, y agarran todo: peces pequeños y grandes, lo que encuentren. Existen dos problemas en ese sentido: que ellos pescan todos los días y agarran todo, según pescadores.
El artículo 4 de la Ley 5414 sobre Pesca en la República Dominicana, establece que todas las especies que conforman la fauna marítima podrán ser pescadas y comercializadas libremente con sujeción a la propia Ley y al reglamento que exige la protección de la fauna.
La Asociación de Pescadores de la Zona Norte le suple pescados, langostas y otros crustáceos a un 90% de los hoteles, restaurantes y pescaderías del Este, y a un 50% de los de la capital, a través de suplidores e intermediarios.
El costo de la captura, que implica la preparación de un barco que se interna en alta mar por más de un mes, ronda los 15 millones de pesos , incluyendo la compra de más de 800 galones de Gasoil, lubricantes, piezas para los motores, abastecimiento de provisiones y pago por adelantado a los buzos y pescadores.
El margen de beneficio depende de la cantidad de productos que puedan pescar. Si los pescadores logran pescar 50 mil libras de langosta y 20 mil de pescado sólo obtienen un margen de ganancias de dos millones de pesos, informaron.
Datos ofrecidos por la organización de pescadores indican que República Dominicana exporta hacia Estados Unidos un aproximado de 30 mil libra libras de cola de langosta mensuales, a RD$ 550 por libra.
Países como Chile, Costa Rica y Honduras han implementado viveros acuáticos para fomentar la producción de langostas y otros crustáceos de alta demanda en los diferentes mercados. Estos países, además de que abastecen un mercado interno, también exportan una importante cantidad de langostas y otros productos a los Estados Unidos y Europa.
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Ejemplo a seguir
Centroamérica anunció ayer en Honduras el inicio de la tercera veda consecutiva para la pesca y comercialización de la langosta espinosa en el mar Caribe. La suspensión temporal a la pesca de la langosta, del 1 de marzo al 30 de junio, es para proteger la especie en su período de mayor reproducción. La prohibición regirá para Belice, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá.