Casi todos los meses aparece un nuevo estudio que demuestra los beneficios del pescado, y en algunos de estos estudios se han utilizado suplementos de aceite de pescado. Estos últimos contienen los ácidos grasos omega-3 –muy saludables para el corazón-, pero no las demás bendiciones que tiene el pescado.

Y no dejan de tener riesgos. Nuestra opinión sobre estos suplementos han cambiado un tanto, debido a la investigación en marcha y los nuevos consejos de la American Heart Association (AHA).

¿Quiénes pueden tomar los suplementos de aceite de pescado?

Las personas que ya padecen la enfermedad de las arterias coronarias, en particular, los que han sufrido un ataque cardiaco. Hay evidencias firmes de que los omega- 3 pueden ayudar a protegerlos.

El año pasado, AHA empezó a recomendar 1 gramo al día de omega-3, preferiblemente de pescado, para estas personas, previa aprobación de su médico. Esa es la cantidad en una ración de pescado oleoso, unas 3 onzas de salmón, por ejemplo. Pero la mayoría de las personas no comen pescado todos los días y muchos eligen otros pescados con menos aceite (se necesitan 12 onzas de atún enlatado, o 7 onzas de lenguado para obtener 1 gramo de omega-3, como promedio). Por eso, para ingerir suficiente omega-3, sin pasarse de la raya comiendo pescado, las personas con problemas cardiacos deberían valorar los suplementos de aceite de pescado los días que no coman pescado.

 Los que tienen los triglicéridos altos. Estas grasas en la sangre incrementan el riesgo de enfermedad cardiaca. Es bien conocido que los omega-3 ayudan a bajar los triglicéridos. AHA recomienda entre 2 y 4 gramos al día de suplementos para las personas con los triglicéridos altos, pero solo bajo la atención de un médico.

Los que padecen de artritis reumatoide, psoriasis, u otro desorden de auto-inmunidad. Los omega-3 pueden ayudar a aliviar los síntomas inflamatorios de esas enfermedades, al suprimir la respuesta inmunológica.  Por eso pueden ayudar a reducir los dolores en las articulaciones y la inflamación de la artritis reumatoide. Arthritis Fondation dice que vale la pena tomar estos suplementos. Estudios clínicos indican unos 3 gramos de omega-3 al día.

¿Y las personas con factores de riesgo coronario, como diabetes, o alta presión arterial, pero sin enfermedad cardiaca aparente? Sugerimos que ingieran su omega-3 en dos o tres raciones de pescado graso a la semana. Aunque no hay estudios clínicos para saber si los suplementos de aceite de pescado los pudieran ayudar.

EL PARKINSON, MÁS LLEVADERO

Pautas prácticas para aliviar sus síntomas.- La Federación Española de Parkinson, la Sociedad Española de Neurología y Pharmacia han realizado el vídeo “Convivir con la enfermedad de Parkinson, que tu médico te puede dar gracias”. Entre sus consejos, están:

Temblor. Como se inicia sólo en un lado y suele empezar en las manos, lo mejor es apretar el codo contra el costado para estabilizar la parte superior del brazo.

Marcha lenta. Si se tiende a caminar arrastrando los pies, con pasos cortos y rápidos, hay que balancear los brazos y levantar los pies del suelo exageradamente.

Bloqueo o congelación. Ocurre al iniciar la marcha o al atravesar un lugar estrecho. Se recomienda andar con señales marcadas en el suelo, levantar las rodillas, enumerar mentalmente los pasos o ayudarse de un bastón.

Rigidez. Favorece la “postura típica” (tronco y cabeza adelante, codos y rodillas flexionadas) y reduce la expresividad facial, por lo que conviene ejercitarse frente al espejo: sonreír, fruncir el ceño, guiñar los ojos. prevenir

VÁRICES, EJERCICIO Y EMBARAZO

El ejercicio, en especial caminar y nadar son una buena forma de evitar las venas varicosas y aliviar los síntomas, si usted ya las tiene. Estimula ligeramente la circulación, sin incrementar la presión en las piernas.

Sin embargo, el ciclismo intenso o los ejercicios de alto impacto, como correr, pueden empeorar las venas varicosas: El ciclismo reclinado es aceptable. Hable con su médico o terapeuta para establecer un programa de ejercitación adecuado para usted.

La herencia tiene un papel importante en las venas varicosas, y la preñez es otro factor importante, particularmente en mujeres propensas a tenerlas. Esto se debe a que los niveles crecientes de hormonas del embarazo pueden causar que las venas de las piernas se debiliten, lo que produce venas visibles, protuberantes (venas varicosas, que pueden ser dolorosas) y otras en red (no dolorosas, pero tampoco elegantes).

El aumento en volumen del útero también presiona los vasos sanguíneos de la pelvis, lo cual aumenta la presión en las piernas. Generalmente, las venas varicosas desaparecen después del parto, pero pueden reaparecer más adelante.