Pese a operativos, basura vuelve a llenar el Malecón

Pese a operativos, basura vuelve a llenar el Malecón

POR MARIEN A. CAPITAN
Dos semanas después de los operativos de limpieza hechos por el Ayuntamiento del Distrito Nacional, la basura ha vuelto a poblar el césped, las plazas, arrecifes, playas y calas del malecón de la capital.

En la plaza de Güibia, la Fuente Cibernética se ha convertido en una alberca de agua sucia en la que «nadan» los desperdicios que la gente tira allí. Las tapas de los focos, por otro lado, han desaparecido.

Aunque es ostensible la millonaria inversión para instalar esa fuente, los visitantes tiran los vasos, platos, tenedores y servilletas al suelo y a los arrecifes. Las botellas, rotas y enteras, están por todos los rincones.

  A las once y media de ayer, nadie  había  ido a recoger nada. Las botellas, junto a la basura, estaban allí mientras algunas personas comenzaban a instalar la canchas que se colocan en el  Malecón Libre.

En la playa de Güibia, que fue limpiada hace poco, comienzan a acumularse las botellas, chancletas, potes y todo tipo de desperdicios que llega desde el mar. 

En la Plaza Juan Barón las cosas estaban peor:  la basura está por todos lados. ¿Lo más paradójico? Mientras el zafacón de la entrada estaba vacío, los contenes estaban repletos de vasos y platos plásticos. Los arrecifes presentaban, además, vidrios rotos.

  Las  botellas de cerveza y de ron rotas, encima de los arrecifes, la grama y los bancos en los que se sienta la gente, son un verdadero peligro para las familias que van al Malecón a recrearse.

También se puede apreciar cómo los vagos y borrachos duermen su hastío y su resaca en espacios tan singulares como detrás de las flores que están justo frente a la Secretaría de Cultura.

Un poco más lejos, en el Fuerte de San Gil, puede apreciarse que han quitado las letrinas que descargaban en el mar. La basura, sin embargo, continúa presente en la playa contigua. 

Pasando a la plaza de Fray Antón de Montesinos, que fue   limpiada completamente,   ha vuelto a ser usado como inodoro: nueva vez, comienzan a aparecer heces fecales. Quizás, todo fue obra de un vagabundo que dormía plácidamente por allí, puesto que ya no hay ningún oficial de la policía turística en la entrada.

En el sótano del monumento, por donde se va hasta la playita que está detrás del muelle de Autoridad Portuaria, hay botellas, periódicos y lo que pudo ser una fogata (el lugar está oscuro, no se ve mucho).

Caminando hacia la playita, puede comprobarse que por estos predios también hubo labores de limpieza. La basura, como en los demás espacios, comienza a retornar. Respecto al drenaje que estaba cerca de allí, puede constarse que ahora no son aguas negras las que fluyen por el drenaje.

Tras recorrer el lugar, tan sólo puede resumirse que en el Malecón hace falta algo más que disposición para ir a recoger la basura durante dos o tres días: tiene que haber una brigada que se mantenga trabajando en todos los rincones del área. Además, y es tal vez lo más importante, falta una buena dosis de educación y conciencia ciudadana.

 

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