Pese al peligro, residentes
a orillas del río no dejaron casas

Pese al peligro, residentes <BR>a orillas del río no dejaron casas

POR GERMAN MARTE
Pese al peligro a que se exponen ante una eventual crecida del río Ozama, residentes en el sector La Ciénaga, de la capital, permanecían ayer en sus hogares confiados en que las lluvias provocadas por la tormenta Jeanne no les afectaría.

Incluso algunos de los que viven a menos de un metro del río, dijeron que no tenían previsto abandonar sus hogares pues según ellos «no va a pasar nada».

Sin embargo, las organizaciones comunitarias de la zona se declararon en sesión permanente y alerta ante la posibilidad de que se produzca cualquier contingencia. En La Ciénaga residen más de 12 mil familias. Y muchas de ellas han construido sus frágiles viviendas a escasos metros del río.

Yovanny Guzmán, de la Coordinadora para el Desarrollo de La Ciénaga (CODECI) dijo que estaban a la espera de las instrucciones de la Comisión Nacional de Emergencia, pero aclaró que no tenían informes de inundaciones en la zona.

Dijo que ya tenían previsto algunos lugares para alojar a los posibles damnificados, como son la escuela, el local de CODECI y algunos colmados, esta medida sería tomada sólo en última instancia, pues hay gente que se aprovecha de la situación y luego quiere quedarse permanentemente en los refugios.

Entretanto, Marisol García, de 29 años, madre de dos niños y con nueve meses de embarazo afirma que no tiene contemplado abandonar su casa aunque está a menos de medio metro del río; tan cerca que cada vez que pasa un botecito y produce un pequeño oleaje, en seguida el agua se mete a la sala.

«Yo he vivido toda mi vida aquí. El agua se mete a cada rato, desde que pasan los botes se mete el agua», afirma García.

Expresó que tanto ella como sus vecinos están acostumbrados a este tipo de situación, por lo que ya no se asustan.

«Ya uno está impuesto», responde García entre risas.

Ante la insistencia de los dirigentes comunitarios para que salga del peligro en que se encuentra García, quien dijo que ya está sintiendo dolores (de parto), dijo que no iba a pasar nada y que si pasaba se iría a otra casa un poco más lejos del río.

Mientras, en Sabana Perdida, voluntarios de la Defensa Civil orientaban a los residentes en zona de alto riesgo como el sector La Jabilla, por donde pasa una cañada, La Barquita, a ambas márgenes del río Ozama.

«Estamos a la expectativa», dijo Lucía Sandoval, voluntaria de la Defensa Civil, «no tenemos agua en La Barquita, pero sí esperamos inundaciones».

Publicaciones Relacionadas

Más leídas