Pese ola de protestas, Sarkozy sigue firme en edad jubilación

Pese ola de protestas, Sarkozy sigue firme en edad jubilación

PARIS.  AP.  La policía lanzó gases lacrimógenos contra la masa enfurecida de jóvenes en Lyon ayer, mientras el gobierno francés mostró su fuerza en el parlamento al evadir un tenso debate en el Senado sobre el aumento de la edad de jubilación de 60 a 62 años. 

A pesar de la creciente tensión, el presidente Nicolás Sarkozy se mantuvo firme con respecto a una medida que asegura es crucial para el futuro de Francia.  Las protestas, que llevan semanas, han dejado al menos un cuarto de la estaciones del país sin gasolina, bloqueado cientos de barcos en el puerto de Marsella y forzado a Lady Gaga a cancelar conciertos en París.  La violencia en los alrededores de las protestas estudiantiles han aumentado la tensión.

Una marcha de la menos 4,000 estudiantes en París fue pacífica, pero nuevos brotes de violencia se registraron en Lyon, donde la policía usó camiones cisterna y gas lacrimógenos para impedir el avance de una masa de jóvenes alterados que lanzaban botellas y voltearon al menos un vehículo.

“No serán los provocadores quienes tengan la última palabra en una democracia”, expresó Sarkozy a funcionarios locales en el centro de Francia al tiempo que se comprometió a buscar y castigar a los responsables de los desmanes.  Entretanto en el parlamento, el gobierno circunvaló un debate sobre el proyecto de ley de jubilaciones que prometía extenderse, al ordenarle a los senadores que votaran sobre un paquete de su propio diseño.

El ministro del trabajo Eric Woerth, al anunciar su decisión de invocar el artículo 44-3 de la Constitución, explicó que se realizará una sola votación esta semana sobre el paquete, pero no sobre el resto de las 250 de unas 1,000 enmiendas.  Se prevé que el texto final será aprobado por las dos cámaras la semana que viene. Sin embargo, los sindicatos seguían desafiantes y programaron huelgas y manifestaciones para dos días más, el 28 de octubre y el 6 de noviembre.

Las claves

1.  Quejas

Los sindicatos afirman que la clase trabajadora es castigada de manera injusta con la reforma a las pensiones y que el gobierno debería buscar en otra parte los recursos.

2.  Miedo

Los sindicatos temen que esta reforma sea el primer paso del Gobierno para el desmantelamiento del sistema de prestaciones sociales que han convertido a Francia en un país envidiable para trabajar y vivir.

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