Por José Alfredo Espinal y Goiry Reyes

A pesar de la crisis sociopolítica que sacude Haití y la violencia que protagonizan bandas criminales de esa nación, esta frontera está en calma, confiada en la seguridad que brindan los soldados del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza (Cesfront) y el Ejército. También la gente está atenta a cualquier eventualidad que ponga en peligro su integridad física.

Hay normalidad de las actividades productivas de la provincia, el mercado binacional, el transporte, y las industrias. En los últimos días la zona ha sido reforzada con un batallón de 120 soldados armados y dos helicópteros, con tanquetas y vehículos todoterrenos blindados.

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“Las operaciones son normales aquí. Sabemos que las amenazas son latentes por la situación que vive Haití, pero hasta el momento no se ha registrado un hecho que lamentar”, afirmó el coronel Juan Adames Almonte, coordinador de Operaciones del Cesfront en Dajabón.

Dijo que el tráfico de personas indocumentadas y el contrabando de cigarrillos es el tema más preocupante. La comerciante Santa Contreras expresó seguridad y que duerme tranquila por la gran cantidad de militares que observa a diario patrullar las calles.

“No tengo miedo porque estoy protegida por el más grande, Dios, y por los soldados que nos cuidan”, explicó.

El motoconchista César Colón ve la realidad desde otro ángulo. “Tengo un poco de temor, más en la madrugada, porque uno no sabe cuándo le hagan pasar un susto y tenga uno que salir corriendo”.

El alcalde Santiago Riverón dijo que la frontera “luce en calma y hemos visto que se ha incrementado la seguridad por parte del Ejército. Creemos que está resguardada”, comentó . Manifestó que la inestabilidad que existe en Haití preocupa en Dajabón, mayormente porque afectaría el intercambio comercial que es el principal motor económico de allí.