Petrocaribe

Petrocaribe

Maduro intenta recuperar la legitimidad que perdió con la represión y acordar los cambios económicos que le impone la realidad. Se entiende que a Petrocaribe se le acabó la vida, porque Venezuela no soporta la carga financiera que genera, necesita la liquidez que los países del Caribe se ahorran cuando importan combustibles. No sólo ha perdido más de 30% de sus reservas internacionales, sino que el bolívar se devaluó varias veces y la pérdida cambiaria se transfirió a los precios de los bienes de consumo familiar, provocando turbulencias sociales que han reducido el poder político y militar que dejó Chávez y que servían de soporte a Petrocaribe.

En nombre de la estabilidad política y financiera de Venezuela, Maduro cortará o dará por terminado el programa. Aprovechará que ha sido una de las exigencias de la oposición política, que entiende se regala el combustible cuando financia hasta 50% de la factura petrolera, a un interés entre uno y dos por ciento anual, con un periodo de pago de 17 a 25 años, además de conceder entre 30 y 90 días para pagar la parte que no se financia.

De hecho intentó modificarlo en junio del 2013, cambiando las condiciones de ventas de crudos y derivados, rechazado por República Dominicana y demás países que se benefician. Pero en la práctica lo modificó, desde enero redujo la cuota que financia, no suministra todo el gasoil que demandan los países beneficiarios, con el argumento de que Venezuela necesita el producto para generar electricidad.

De dos maneras afectaría la economía dominicana el cambio radical o muerte de Petrocaribe, uno malo y otro bueno. El malo, aumentaría la tasa de interés del financiamiento externo de la economía en 2014. Si el Gobierno no recibe los US$600 millones (RD$26,640 millones) al 2% anual, que tiene programado para financiar 34% del déficit del presupuesto (RD$77,709 millones) y 13% del déficit de la cuenta corriente (US$4,500 millones), tendría que emitir bonos por el mismo monto para venderlos en el mercado de capitales a 7% anual, el costo del dinero para República Dominicana. El bueno, aceleraría la reforma fiscal integral consensuada, para eliminar el déficit fiscal y la acumulación de deuda pública, ambos a partir del 2015.

Debimos aprovechar Petrocaribe para hacer inversiones reproductivas, dejar algo útil a la sociedad, pero Leonel Fernández decidió lanzar los recursos al sumidero. Los usó en política sin rendir cuenta a nadie y Chávez tampoco le reclamó, no obstante violar el destino establecido en el Acuerdo firmado por los gobiernos. Por agradecimiento personal, Leonel debería honrar la memoria de Chávez todos los días, porque con los recursos vendió la falsa imagen de que la economía crecía con salud, campaña que se derrumbó cuando se publicaron los números de verdad. Se demostró que con la deuda acumulada (US$2,870.4 millones) con Venezuela de 2005 a 2012, pudo financiar 12.2% del enorme déficit acumulado (US$23,453.9 millones) en la cuenta corriente y usó los pesos para financiar el exceso de gasto público que infló el crecimiento del PIB.

Para evitar incertidumbre y nerviosismo cambiario, el Gobierno debe preparar la respuesta financiera de corto y mediano plazo que daría a la eventual modificación o sepultura de Petrocaribe.

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