Petrocaribe contribuye a la estabilidad

Petrocaribe contribuye a la estabilidad

RAMÓN NÚÑEZ RAMÍREZ
El acuerdo de Venezuela con sus vecinos de la región, para facilitarles petróleo crudo o combustibles terminados con un porcentaje de financiamiento en condiciones blandas dependiendo de los niveles de precios internacionales, representa para la Republica Dominicana la oportunidad de disminuir el impacto macroeconómico del choque petrolero hasta tanto se hayan producido las transformaciones para reducir la dependencia del crudo.

Desde la Guerra del Yon Kipur en el 1974, la humanidad ha presenciado cinco choques petroleros originados principalmente en conflictos políticos que afectaron los niveles de crecimiento de la economía mundial, pero en cada caso cesaron dando paso a periodos con descenso en los precios o de relativa estabilidad, sin embargo en los últimos años han concurrido simultáneamente una serie de factores como el aumento mundial de la demanda, especialmente por el boom de China y la India, falta de capacidad de producción, incapacidad de las refinerías para satisfacer el incremento de la demanda, las incertidumbres geopolíticas y finalmente el rol de los especuladores en las bolsas de valores; factores que en conjunto han propiciado un choque petrolero permanente y el final de la era del petróleo barato.

La Republica Dominicana no se preparó para esa realidad pues su sistema eléctrico funciona en mas de un 80% en plantas dependientes de combustibles caros derivados del crudo, mientras varios gobiernos han fracasado en reformar el sistema de transporte, consumidor del 46% de la factura petrolera, para dotar a los ciudadanos de un medio masivo, eficiente y menos derrochador de combustibles.

Este choque petrolero permanente encuentra a un gobierno enfrascado en sacar al país de la peor crisis económica de las ultimas décadas, una deuda externa e interna duplicada, un programa de ajustes con el FMI, el ingreso prácticamente obligado a un tratado de libre comercio con la principal potencia comercial del globo y todo ello sin los recursos para reducir a mediano plazo la dependencia del petróleo y sin los suficientes ingresos de dólares para pagar un petróleo caro sin afectar con ello la estabilidad de la tasa de cambio y el crecimiento económico.

En el primer semestre de este año el país gastó  US$1,081.4 millones (valor fob) en petróleo y derivados (suma superior en US$348.5 millones a la factura petrolera en el mismo periodo del 2004) y se estima este año llegara a US$2,500 millones y el próximo a tres mil millones de dólares. Así las cosas Petrocaribe representa en el horizonte el único paliativo para disminuir el impacto de los altos precios del petróleo sobre la Balanza de Pagos hasta tanto esta economía logre incrementar la generación de divisas para absorber el choque petrolero permanente o mediante una transformación estructural en el sistema de generación eléctrica y en el transporte que reduzca la dependencia del petróleo.

Gracias a Petrocaribe las importaciones del año próximo, estimadas en US$3,000 millones, suponiendo un precio promedio de US$65 el barril, permitiría al país acceder a un financiamiento del 40% sobre 50,000 barriles, algo así como el 30% del consumo diario, y reducir la factura del crudo y los combustibles a US$2,530 millones(similar a la de este año)financiando los restantes US$470 millones a 25 años, con dos de gracia, a una tasa de interés de 1% y además con la posibilidad de amortizar una parte aportando bienes y servicios.

El consumidor no se va a beneficiar de una rebaja  pues seria irracional transferir a los precios internos una facilidad dirigida simplemente financiar a largo plazo y con tasas blandas una parte de las importaciones; ahora bien el consumidor y el país se benefician de manera indirecta en la medida que estos prestamos contribuyen apuntalar la estabilidad de la tasa de cambio y los precios porque ese financiamiento entre US$450-500 millones de dólares anuales podría ser la diferencia entre un déficit en cuenta corriente y un superávit o la diferencia entre una tasa de cambio estable y una volátil o entre una inflación de dos dígitos o una de un digito y en estos escenarios seria la diferencia entre el crecimiento del ingreso real de la gente o la perdida.

Evidentemente en un negocio de tantos miles de millones de dólares y pesos se mueven intermediarios, comisionistas, opacidad en los precios y un sinnúmero de intereses que ven peligrar una parte de sus fabulosas rentas y por ello hemos visto la movilización mediática en contra de Petrocaribe, que incluso ha unido adversarios recientes, unos en la lucha por mantener sus privilegios y otros, los conspiradores contra la estabilidad, contestes de la importancia de este mecanismo de financiamiento.

Petrocaribe representa la única alternativa inmediata conque cuenta este país para disminuir el impacto de los precios en esta nueva era del petróleo caro y bajo ningún concepto el gobierno y toda la sociedad pueden permitir que funcionarios, comisionistas, empresarios, políticos o economistas comprometidos con la inestabilidad  puedan boicotear la aplicación de este acuerdo.

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