Petroglifos de Ayastas

<STRONG>Petroglifos de Ayastas</STRONG>

POR DOMINGO ABREU COLLADO
Ayastas es un sitio de la comunidad de San Buenaventura, en el Departamento Morazán, cerca de Tegucigalpa, Honduras. Lo conocimos luego de finalizar el Primer Congreso Centroamericano de Espeleología, celebrado en Catacamas y Talgua, en la provincia de Olancho, Honduras.

Nos invitó a conocer Ayastas y sus petroglifos –a Andrales Abréu y a mí– el compañero espeleólogo Onán Alonso Reyes Calderón, estudiante de biología de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. También estuvieron con nosotros Raúl Guevara Villalobos, espeleólogo y abogado del Grupo Espeleológico Anthros, y Francisco Arturo Carbajal Valdes, espeleólogo y biólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Museo de Historia Natural.

Andábamos cortos de tiempo, por lo que Andrales hizo un conteo rápido de los petroglifos del sitio y cuyo número: 255, estaba muy por encima de lo que habíamos imaginado a partir de la versión de Onán Reyes. Los grabados están distribuidos en tres grandes conjuntos, es decir, en tres abrigos sucesivos de una formación caliza estratificada que parece haber sido horadada por el río que corre más abajo, casi al pie del farallón que exhibe la cadena de abrigos y que domina la hondonada abierta por el río.

Varios elementos componentes de estos petroglifos nos llamaron la atención por su similitud con los petroglifos que encontramos en las cuevas de la República Dominicana. Elementos como las manos y pies de tres dedos (y en aves es de cuatro), muy comunes en nuestras cuevas; los círculos concéntricos, la ausencia de nariz, la abstracción boca-ojos, la enfatización del ombligo en algunos de los petroglifos y otros elementos más, guardan relación con los grabados nuestros.

Sin embargo, otros grabados manifiestan asociación con culturas como la maya, con la representación de personas emplumadas, la representación del jaguar, de la serpiente y una abundante presencia de grabados en base a punteados.

Aparentemente, los conjuntos petroglíficos no son abundantes en Honduras. No obstante, las características e importancia de éstos que reportamos ahora, no se tiene reporte anterior conocido, según nos fue informado.

Como no se tienen antecedentes conocidos sobre estudios rupestres en Honduras –aunque es posible que puedan aparecer algunos luego de este reportaje– es difícil establecer una línea que relacione estos grabados con el arte maya, presente en algunas zonas de Honduras. Pero es más que evidente la similitud de algunos de estos grabados con los grabados mayas más conocidos realizados sobre rocas y monolitos.

En nuestro caso, lo más importante de la presencia de petroglifos en Ayastas es la vinculación –quizás muy remota en términos cronológicos- con la cultura arawaca, ascendiente de la cultura taína, la que encontró su principal centro de expansión en la isla Hispaniola.

Es posible que en la zona costera que da al Mar Caribe y en las islas de Utila y Roatán, frente a la costa hondureña entre La Ceiba y Colón, pueda encontrarse más información rupestre en las cavidades. Trabajo de los compañeros espeleólogos de Honduras debe ser su exploración tras el rastro rupestre que con Ayastas se inicia.

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