Petróleo, Transporte y Turismo

Petróleo, Transporte y Turismo

MARINA GINEBRA DE BONNELLY
El galopante aumento del precio del petróleo y sus derivados ha producido y seguirá produciendo cambios drásticos en la manera en que vivimos los dominicanos y lo lamentable del caso es que aún muchos parecen no darse cuenta de la gravedad de esta calamidad implacable. La dependencia de nuestra economía como consecuencia del petróleo es indiscutible e incide de manera preponderante en el sector del transporte en la República Dominicana en todas a sus variables terrestres (gasolina/gasoil/gas licuado), aéreo (keroseno-AVJET para motores de turbina y gasolina de diferentes octanajes para motores de pistón) y marítimo (petróleo bunker).

Veamos el transporte terrestre. La continua alza de los carburantes constituye una amenaza constante contra los ingresos del consumidor, pues trasladar nuestros productos agrícolas desde el campo (productos de primera necesidad) a los mercados de la ciudad, imprescindible para consumo diario de la población, cada día se encarece mas y más. Vaya usted a un supermercado, a un colmado o a un mercado público de productos agropecuarios, y compruébelo. En otras palabras, todo producto que requiera ser transportados dentro de la operación de la distribución del productor al consumidor se verá afectado con el aumento del combustible.

Por otro lado está el transporte de los trabajadores a sus centros de trabajo el cual se hace cada vez más caro y se convierte a cada instante en una carga más pesada para la  economía de sus bolsillos, con la consecuente merma de sus ingresos. Asimismo se verá limitado el turismo interno. Es decir el costo del traslado sea éste por motivos vacacional o por simples visitas a familiares del interior, tendrá que disminuir por los ajustes del presupuesto de la familia. De igual forma el encarecimiento del transporte terrestre de los turistas para trasladarse y disfrutar del turismo interno, se traduce en una disminución en esta importante actividad económica.

Revisemos ahora el transporte marítimo. El transporte marítimo es catalogado como una de las más grande actividades comerciales a nivel mundial, pues abarca el transporte de carga de todo tipo de mercancía y de otro lado el transporte de pasajeros.

En este orden, el alza de precio del petróleo tendrá también repercusiones negativas en las tarifas de transporte internacional marítimo, por lo que el sector exportador e importador también se verá afectado, ya que al momento de preparar las diferentes tarifas, hay que considerar como importante el combustible, pues la mayoría de los elementos que componen dichas tarifas estarán significativamente afectados por el petróleo en sus diferentes derivados, entre  estos elementos podemos considerar el Factor de Ajuste en el precio del combustible (Bunker Adjustment Factor B.A.F.), así como el manejo de la mercancía, estiba y desestiba, embalaje, pilotaje, etc., actividades éstas que intervienen equipos pesados y todos movidos por combustible.

A manera de información, en el año 2004, según estadísticas, el país recibió 456,000 pasajeros en cruceros. En cuanto a la carga, movida hacia y desde la República Dominicana, se estima que el 90% fue transportada por vía marítima.

En lo que se refiere al transporte aéreo, es el otro renglón que merece especial atención. Según publicaciones recientes se prevé un aumento en los pasajes a nivel mundial lo cual irá en detrimento del flujo de pasajeros, golpeando de esta manera la economía de países eminentemente turísticos. En el mundo se consume por día, aproximadamente, unos 100 millones de barriles del petróleo. De esto la aviación gasta el 5 por ciento (o sea unos 5 millones de barriles) en sus distintos derivados. De esta cantidad el 80 por ciento, lo consume la aviación comercial o sea 4 millones de barriles y el 20 por ciento restante es para la aviación militar (fuente Revista Aeroespacio). Al precio presente del petróleo calculamos que 4 millones de barriles multiplicado por US$67.00 (por c/barril) se estarían consumiendo la suma de 268 millones de dólares diarios, que en un mes rondaría friolera suma de 8 billones de dólares.

La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), entidad que representa a 270 líneas aéreas miembros y que transportan el 95% del tráfico regular mundial, estima que las aerolíneas del mundo entero perderán 7.4 billones de dólares este año debido en gran medida al aumento de precio del petróleo y sus derivados. En otras palabras los altos precios del combustible están poniendo a la mayoría de las aerolíneas al borde de la quiebra y esto puede traducirse en menos frecuencia de vuelos, menos destinos y tarifas de boletos más altas. Entonces significa que habrá menos turistas a nuestro país y por supuesto un “aporte” más al descalabro de nuestra economía ya en enferma de por si.

Dada esta situación es que las autoridades y asociaciones internacionales tanto del transporte aéreo, como aeronáuticas y de turismo están estudiando serias medidas para contrarrestar las alzas en las operaciones aéreas a diferentes niveles, dando pasos significativos en un esfuerzo global de cooperación con los países usuarios de los espacios aéreos y los proveedores de servicios para maximizar las ventajas operacionales con un mínimo de aumentos en las operaciones. A mi entender República Dominicana a través de su Dirección de Aeronáutica Civil como miembro de la Organización de Aeronáutica Civil Internacional y como país eminentemente turístico, debe tener una activa participación en estos conversatorios y vernos favorecidos con medidas que puedan contrarrestar el alza de los costos operacionales.

En otras palabras debemos utilizar las experiencias y estudios de otros países, así como de asociaciones internacionales en el uso de los recursos energéticos ya existentes y nuevas tecnologías para la energía, que nos permitan salidas y soluciones a este grave problema mundial que nos embate.

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