Sola y enferma, trayendo en la encomienda su revista e imprenta Fémina, Petronila Angélica Gómez Brea se instala en la ciudad de Santo Domingo, entre junio y julio de 1934. Con una escueta nota editorial, titulada “Nuestro adiós a Macorís”, la maestra normal y periodista feminista explica a la municipalidad de San Pedro la decisión de dejar la metrópolis de azúcar, puerto y mar, que “vio nacer, crecer; sufrir y triunfar” su agencia, para establecerse entre las “ruinas centenarias” en la cual nace el 31 de enero de 1883. “Con la presente edición, cumple Fémina el grato deber de despedirse de sus amistades y relacionados en San Pedro de Macorís, en ocasión del próximo traslado de nuestra Directora (sic) a la ciudad capital de Santo Domingo, en donde fijará su residencia (…) Razones imperiosas de salud; por otra parte, la falta de cooperación a la vida material de la revista Fémina, impulsan a la señorita Gómez a llevar a cabo este propósito”. En la nota de despedida, tras 12 años de intensas labores editoriales, indica la decisión de participar más de cerca de las “palpitaciones feministas” que sucedían en Santo Domingo, específicamente la ardua tarea que tenía Acción Feminista Dominicana, presidida por Abigaíl Mejía, tras lograr la participación 96,247 mujeres en el referéndum del Voto Ensayo. Pensaba, pues Petronila, que los aires de emancipación soplarían con mayor intensidad, y aquí, en la capital, tendría más oportunidad de narrar la ansiada obtención de la ciudadanía. No obstante, antes de establecerse primero en la calle Hostos, No. 33 (entre 1934 a 1936), y luego en la calle Santomé, No. 51 (hasta 1939), eran constantes sus viajes de San Pedro a Santo Domingo, y a esta última ciudad solicitó acogerla con una musical argumentación: “Salve!, mi lar nativo, que meciste mi cuna y añoraste mis sueños infantiles. Hoy vuelvo a tu regazo, con mi Fémina -hija predilecta- de la mano para enseñarla a vibrar entre tus ruinas legendarias; para enseñarla a portar ésta inquieta y dulce cruz de amor que hace doce años llevo sobre el hombro. I aquí está «FÉMINA», paloma mensajera de luz, con el ramo de olivo en el pico, ofreciendo en sus páginas su habitual sonrisa de paz y de armonía” (“Santo Domingo, yo te saludo”, junio de 1934). El primer registro trascendental de la maestra normal en la capital ocurre en 1925, específicamente el 10 de mayo, en el local del Kindergarden de Mercedes Amiama, localizado en la calle Duarte No.10. Allí, Gómez Brea constituye la Liga Feminista Dominicana, primera entidad política que desarrolla un programa que promueve la ciudadanía, la cual preside. En 1928, viaja de San Pedro de Macorís a Santo Domingo para reportar la visita del aviador Charles A. Lindbergh; tal como lo hizo un año antes para entrevistar a la feminista estadounidense Elizabeth Murray, autora de la “Primera Historia Universal de la Mujer”, y editora de la revista “Magazine Internacional de la Mujer”. Es en Santo Domingo, en junio de 1934, que se convierte en la primera mujer en reportar unas elecciones, contabilizando y visitando las 24 mesas establecidas en el perímetro génesis capitaleño. En la Ciudad Primada, además, editó 43 números continuos de la revista Fémina (del 166 al 209), entre los cuales están 23 brillantes editoriales que narran las perpetúas vindicaciones emancipadoras; pues así como la ciudad perdió su nombre y debió adoptar la férrea intención del tirano de inmortalizar su apellido, ya en los últimos números de vida, la publicación se hizo escueta, fúnebre… Triste. Petronila anuncia su matrimonio, silencia su voz de editorialista, pierde la vista, muere sola en el asilo capitaleño, el primero de septiembre de 1971.
Puede leer: 15 de julio, 1923
Compartimos el discurso completo de la alcaldesa Carolina Mejía, al participar como oradora invitada del primer “Foro de Mujeres Periodistas Dominicanas”, en conmemoración del 101 aniversario del primer número de la revista Fémina, quien actualmente gestiona un homenaje póstumo: https://ciudadaniafemina.com/carolina-mejia-femina-voz-poderosa-y-valiente-para-las-mujeres/