Peugeot-Citroen suprime 8.000 empleos en Francia y desata ira sindical

Peugeot-Citroen suprime 8.000 empleos en Francia y desata ira sindical

PARÍS, (AFP). – El fabricante francés de automóviles PSA Peugeot Citroën anunció el jueves la supresión de 8.000 empleos en Francia debido a la debilidad del mercado europeo, provocando una iracunda reacción sindical menos de dos meses después de la llegada al poder del presidente socialista François Hollande.

El gobierno francés se esperaba este anuncio de la firma, pero no deja de ser «un verdadero shock» para el país, declaró el primer ministro Jean-Marc Ayrault, en momentos en que se perfilan otros planes de despidos colectivos en la industria francesa.

PSA Peugeot Citroën, primer grupo automovilístico francés (100.000 trabajadores en Francia) alegó sus pérdidas en el primer semestre del año y una reducción duradera de los mercados europeos para justificar esas decisiones, que se agregan a otras medidas anunciadas a fines de 2011.

«Soy consciente de la gravedad de los anuncios que estamos haciendo y la emoción que provocan en la empresa y su entorno», explicó el presidente del directorio de PSA, Philippe Varin. Sin embargo, agregó el responsable, «la envergadura y el carácter duradero de la crisis que afecta a nuestra actividad en Europa vuelven indispensable este proyecto de reorganización que nos permite adaptar nuestra capacidad de producción a la evolución previsible de los mercados».

Este nuevo plan prevé el fin del ensamblado en la fábrica de la firma en Aulnay, suburbio de París (3.000 puestos), la suppresión de 1.400 puestos en la fábrica de Rennes (Bretaña, oeste) y de 3.600 puestos en otras plantas.

El cese de la producción en Aulnay es el primer cierre de una fábrica de automóviles en Francia desde la de Renault en Boulogne-Billancourt (periferia de París) en 1992, y significa el fin de la industria automovilística en la capital francesa, de la que partió su auge a principios del siglo XX.

 El gobierno socialista acusa al ex presidente de derecha Nicolas Sarkozy, vencido por François Hollande en la elección presidencial del 6 de mayo, de haber pedido a las empresas que atrasasen sus planes de despidos durante la campaña electoral. Este plan es «típicamente uno de esos que Nicolas Sarkozy pidió atrasar en vez de buscarle soluciones», declaró el ministro de Trabajo, Michel Sapin.

El primer ministro pidió a PSA que emprenda una «concertación leal» con los sindicatos para estudiar «todas las alternativas». Un plan de ayuda al sector automovilístico debía ser anunciado el 25 de julio por Arnaud Montebourg, ministro de la Recuperación Productiva, quien el miércoles había declarado ya que temía «una conmoción para todo el país».

Philippe Varin rechazó el jueves la idea de un préstamo u otra forma de entrada del Estado en el capital de la firma. «Tenemos una seguridad financiera importante» y «ese tema no está en el orden del día», dijo. Según el líder del principal sindicato CGT Bernard Thibaud, la medida constituye un «sismo» para el empleo en Francia.

Dijo que «es necesario multiplicar por tres o cuatro» las cifras anunciadas para medir su impacto en todo el país», por las consecuencias que acarrea en sectores conexos. Los sindicatos de PSA Peugeot Citroën reaccionaron con ira. Jean-Pierre Mercier, delegado de la CGT, denunció «doce meses de mentiras» por parte de la dirección.

«La lucha va a empezar ahora», dijo, estimando que «en tiempos de crisis, es un crimen social cerrar una fábrica». «Tenemos el derecho de pedir al gobierno que intervenga», dijo, acusando a la dirección de «sacrificar Aulnay» para tener «más rentabilidad y más beneficios para la familia Peugeot». Franck Don, delegado de la CFTC, calificó la situación de «dramática» y afirmó que los trabajadores tienen «un sentimiento de asco» por la actitud de la dirección.

Los beneficios de Peugeot-Citroen habían caído a la mitad en 2011 y la empresa tuvo una pérdida neta en el primer semestre de 2012, aunque su cuantía no se ha precisado aún. Su división automóviles tuvo pérdidas por 700 millones de euros en el primer semestre. Se anticipa un retroceso del mercado europeo del 8% este año, contra un 5% previsto inicialmente, y del 10% en lo que concierne en particular a PSA Peugeot Citroen.

Con las medidas anunciadas, la empresa espera recuperar el equilibrio a fines de 2014. La reestructuración fue saludada en la bolsa de París con una fuerte alza del título PSA Peugeot Citroen, que ganó 3,46% a 7,39 euros tras conocerse la noticia de los despidos masivos.

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