Entre las múltiple propuestas de la marca francesa Peugeot, hay un prototipo que se recuerda por una serie de detalles de auténtico auto de lujo y apellidado Exalt.
Un auto con muchos detalles técnicos que lo convierte en una de las propuestas más lograda para un futuro auto de lujo.

En términos de lenguaje estético el Exalt se puede asociar al prototipo Peugeot Onyx de 2012. Por ejemplo, conserva una carrocería sin pintar con la idea de recordar la era del diseño industrial, un tratamiento más auténtico frente a una horda de autos conceptos pintados con colores que los hacen parecer casi irreales. La zona roja de la carrocería es lo que en Peugeot denominan ‘shark skin’ (piel de tiburón). Su textura permitiría reducir el consumo de combustible por ser más aerodinámica que la pintura. En términos realistas, el Exalt sería el primer paso de un relanzamiento de Peugeot como marca Premium de mucha calidad, al estilo de lo que ha echo Citroën con ‘DS’. Pues se sabe de la importancia de ese mercado para el Grupo PSA. A pesar de las apariencias, el Exalt es un sedán de 5 puertas que mide 4,70 m de largo y 1,31 m de alto (es muy bajo). El sistema de propulsión híbrido ‘Hybrid4’ hace uso de un motor cuatro cilindros 1.6 litros de 270 caballos conectado a las ruedas delanteras, mientras que un motor eléctrico de 70 caballos se ocupa de mover las traseras, en conjunto suman 340 caballos. El Hybrid4 se encarga automáticamente de seleccionar qué modo de propulsión escoger: eléctrico, de gasolina o híbrido.

El interior del Exalt resalta una imagen de gran clase con elementos decorativos y paneles de puertas en madera y asientos tapizados en piel envejecida. El tablero es fabricado en madera de ébano que incluye decoraciones como la cabeza de un león. El resultado es un interior casi Art-deco y repleto de materiales lujosísimos.