El procurador general, Francisco Domínguez Brito, advirtió ayer que sin dignidad se pierde todo, hasta la libertad y que el juez o fiscal que no respeta su propia dignidad al tomar decisiones al margen de ese valor, el más grande que le pueda dar Dios a un ser humano, cae en lo más bajo de la miseria humana.
Afirmó según una nota, que el que compra o se vende es una cosa; ha abandonado la esencia del ser.

Consideró que en un caso de corrupción y de desfalco contra un pueblo cargado de necesidades, sea rechazado su enjuiciamiento ante los tribunales por una autoridad judicial, no significa que esa decisión sea justa y que esos actores hayan respetado su propia dignidad y menos a la de los demás.

Manifestó que si bien es cierto que como autoridades es fundamental buscar la verdad y con ello la justicia, más importante es que los actores del sistema actúen dignos.

Sostuvo que la justicia de los jueces, fiscales y policías necesariamente no es justicia, y que no siempre lo que hacen para respetar la dignidad es real.

“La impunidad legal no puede convertirse en impunidad moral; trabajemos por una verdadera justicia, el respeto a la dignidad y el rechazo a la impunidad”, instó.

El texto indica que pronunció la conferencia “Justicia y Dignidad”, en el Congreso “Laicas y Laicos Católicos en la Vida Pública”, con el tema “La Moral Política”, organizado por la Universidad Católica Santo Domingo.

En torno a los términos de justicia y dignidad, dijo que en atención a la realidad que se presenta en la dificultad de definición que se desprende de ambos conceptos, “y advirtiendo que lo dicho aquí hoy, solo se constituye en una aproximación de lo que considero ideas valiosas, iniciaré esta exposición precisamente criticando la reducción de la justica y la dignidad, a lo dispuesto por los resultados emanados por los mecanismos de control técnico que provee el sistema jurídico”.

Domínguez Brito planteó mecanismos que faciliten la autoregulación de la ciudadanía para construir una sociedad justa y respetuosa de la dignidad de los ciudadanos, sobre todo mediante la traducción del lenguaje que emana de la moral, accesible a todos.

Dijo que uno de los aportes más significativos de la ilustración ha sido la fundamental trascendencia que dio al individuo, sobre todo, por el reconocimiento de derechos que deben ser protegidos a las personas.
Expuso que estos derechos quedarían garantizados con garantías jurisdiccionales y que la idea del Derecho y de los derechos se ha presentado desde hace bastante, en estrecha vinculación con la jurisdicción y en consecuencia la decisión es humana, con todas sus virtudes y miserias.