CALIFORNIA (AP).- Llegó la final de la NBA, y eso significa que Phil Jackson buscará como en el pasado en su cofre de joyas personales un anillo de campeón para inspirar a sus jugadores.

Jackson muestra por estos días el anillo que ganó en el 2001 con los Lakers de Los Angeles. Un poco escandaloso tal vez, pero el veterano coach con nueve títulos en su cuenta está dándole seguimiento a una tradición personal.

»Es algo que ha ido creciendo como una bola de nive», comentó el coach, de 58 años, sobre su magnífico viaje en la NBA. «Todavía no lo puedo creérmelo todo».

El dirigente de los Lakers ha sido calificado de afortunado al haber tenido bajo su mando a jugadores de la talla de Michael Jordan y Scottie Pippen en Chicago, y Shaquille O’Neal y Kobe Bryant en Los Angeles.

Considerando que los cuatro superestelares no ganaron un título antes de que llegara Jackson a sus vidas, tal vez ellos hayan sido los verdaderos afortunados.

Un equipo comandado por Jackson ganó el primer título hace 13 años atrás, cuando los Bulls derrotaron a los Lakers, conquistando el trofeo en el antiguo Forum en Inglewood.

Sólo a pocas millas de distancia del centro de entrenamiento de los Lakers, Jackson recordó creer que había alcanzado el punto más alto de su carrera como dirigente en aquella oportunidad.

No sabía que era apenas el comienzo.

Los Bulls ganaron cinco títulos más, incluidos tres en fila de 1996 a 1998 antes de que Jackson, Jordan y Pippen se hubieran marchado.

Luego de tomar un año de descanso, Jackson firmó un contrato por cinco temporadas y $30 millones para dirigir a los Lakers, que inmediatamente ganaron tres coronas consecutivas para darle al coach seis seguidas y nueve en total, empatado con el ex piloto de los Celtics de Boston, Red Auerbach.

Los Lakers fueron eliminados de los playoffs el año pasado por San Antonio.

Ahora, están a cuatro victorias de conquistar su cuarto trofeo en cinco años, y tienen el favoritismo para hacerlo cuando enfrenten a los Pistons de Detroit.

»Eso sería un gran logro», reconoció Jackson en referencia a la posibilidad de ganar un décimo título. «Es algo de lo que me sentiría, en verdad, muy orgulloso».