MARIANNE DE TOLENTINO
El Mes de la Fotografía  es generoso. Prácticamente todos los días se abre una exposición… o más de una. Algunas se destacan por sus enfoques y temas originales. Así sucede con la individual de Miriam Calzada y con las de Nelson Ricart y Christian Vauzelle a duo.

Los artistas están buscando siempre espacios  para sus exposiciones,  y a menudo lamentan que no existan más salas adecuadas.

 Phtoimagen probó en el 2006, y lo está demostrando de nuevo, que, en Santo Domingo, hay muchos lugares -tan buenos como los tradicionales – para acoger los talentos. 

Arte San Ramón, que por cierto exhibe cuadros en permanencia,  ahora presenta  la exposición de Miriam Calzada, «Espacio es Arte», dentro y fuera de su local. En cuanto a la Alianza Francesa, institución cultural -que, durante muchos años, fue sede de frecuentes exposiciones-,  ha ampliado bellamente sus espacios expositivos. Las nuevas instalaciones  son un excelente marco para la muestra fotográfica de Nelson Ricart y Christian Vauzelle.

Miriam Calzada en Arte San Ramón

Nos hemos acostumbrado  a ver en la fotografía de Miriam Calzada la apología de la naturaleza en su exuberancia tropical, en sus aguas mansas o saladas, en sus bosques esplendorosos, con un discurso ecológico espectacular. También interpeló nuestra sensibilidad con escenas de gentes, gestos y géneros callejeros, encarnando en sus fotos la atmósfera provinciana y citadina tradicional.

Esta gran fotógrafa dominicana no dejará de soprendernos… La temática de Fotoimagen 2007 la precipita en el corazón de la actualidad, y Miriam Calzada toma el Metro:  una primicia que es una nueva demostración de su curiosidad y su versatilidad. Hoy se convierte en la más capitaleña  y -por el tema- polémica cazadora de imágenes. De bucólica y costumbrista -pero con una mirada contemporánea siempre-,  ella se traslada a la documentación urbana, a la vez tecnológica, industrial y objetiva.

En una estética del mundo criollo en vía de cambio, encontramos la geometría implacable  y fascinante, la arquitectura de construcciones  casi futuristas, el impacto de  materiales y formas industriales, expresando que la luz está al fondo del túnel.

Claro está, el color de esos escenarios «metropolitanos» no descarta el blanco y negro, y la artista de los tonos  verdes adopta aquí un rigor cromático radical para paisajes  de acero y cemento, hasta con grises  y claroscuros.  Una luz brutal que corta como un gigante rayo láser, destellos y chispas surgiendo de la maquinaria, son valores esenciales  de las visiones, más que vistas, de un mundo aún ignoto, tan aéreo -vemos algunos pedazos de cielo- como subterráneo, a descubrir.

El gran formato responde óptimamente  a las dimensiones  de una realidad que hoy intriga y perturba a la colectividad urbana. Las secuencias  de imágenes numéricas transmiten  el movimiento, y un vídeo revelador completa esta primera información sobre el metro propuesta por el arte y una fotógrafa inquieta. En pocas obras, Miriam Calzada dice muchísimo.

Nelson Ricart y Christian Vauzelle

Nelson Ricart-Guerrero y Christian Vauzelle, artistas que viven y trabajan en París -el primero dominicano, el segundo francés-, quisieron participar en el Mes de la Fotografía 2007, organizado por Photoimagen, con una exposición individual a duo. Delphine Bedel, la organizadora del evento, así define la muestra: «Christian Vauzelle y Nelson Ricart-Guerrero proponen con un conjunto de 32 fotografías digitales, encoladas  y plastificadas sobre placas de aluminio, un acceso a la diversidad urbana en los albores del siglo XXI».

  En las recién inauguradas salas especiales  de la Alianza Francesa, los fotógrafos presentan un conjunto diferente de retratos, anónimos y aleatorios: Christian ha sorprendido rostros, Nelson ha capturado piernas  y pies, pero no son de las mismas personas…. Se trata de gente joven, en su gran mayoría, encontradas en las calles parisinas, mientras concurrían  una manifestación.

A través de estos testimonios  espontáneos,  percibimos la multiculturalidad de la capital de Francia y su pluralidad étnica. Un título bilingüe, ingenioso y lúdico, transmite a la vez la temática general del evento fotográfico dominicano, «La ciudad» y el tema singular elegido por los expositores: «Diver-ciudad» /»diver-cité». 

Pese a la extraordinaria riqueza monumental de París, al paisaje urbano ambos expositores han preferido la gente, creyendo tal vez como Henri Cartier-Bresson,  que lo más importante es el hombre: «el hombre y su vida, tan corta, tan frágil, tan amenazada, vamos pues hacia quien tiene la mayor premura, los paisajes tienen la eternidad….»

 Con esos hombres y mujeres, que pasan, deambulan, se detienen, piensan, fuman, sonríen, observan, los fotógrafos construyen sus imágenes, hasta geométricamente. La estética, omnipresente y espontánea, tanto compositiva y formal como cromática, refleja la sensibilidad de los autores. Notarán cuánto, en sus formatos idénticos, varían las expresiones psicológicas …no solamente de esas cabezas  captadas por Christian Vauzelle, sino también de las piernas atrapadas por Nelson Ricart.

La identidad personal y social transparece, y, cuando luego miramos el diaporama, este rasgo se destaca todavía más. Parece que se registraron, a modo de un estudio sociológico,  las caras  de los transeúntes,  como si fueran protagonistas  urbanos característicos.  Del mismo modo, un calzado -casi siempre deportivo-, con o sin medias, un modo de colocar los pies podrán tener igual elocuencia que el peinado, los ojos y la mímica… Esta iconografía – y coreografía- de la «diver-ciudad» nunca propone una visión neutral, y cada retrato anónimo se convierte en una parte viva del mundo.