JUPITER. AP.  El uniforme azul y gris de Mike Piazza se parece mucho al que utilizaba en sus días como catcher de los Dodgers de Los Angeles. Excepto que el nombre escrito en el pecho ahora lee “Italia”.

   Piazza es el coach de bateo de la selección italiana, que jugó ayer un partido de fogueo contra los Marlins de Florida en preparación para el Clásico Mundial de Béisbol del próximo mes.

 “Me emociona volver un poco al terreno”, comentó Piazza. “En Italia se toman muy en serio el trabajo para que el béisbol crezca, y jugué con el equipo en el Clásico Mundial de 2006, así que estoy encantado”.

   El roster italiano incluye a pocos jugadores de las mayores, y pocos creen que sobrevivirá a la primera ronda del 7 al 11 de marzo en Toronto, donde competirá con Venezuela, Estados Unidos y Canadá.

   Sin embargo, al retirado catcher le gusta trabajar con prospectos.     “Están ansiosos por aprender. No hay muchos egos”, comentó. “Cada vez que digo algo, se les abren los ojos”.