Madrid. EFE. En Madrid se realizará una de las retrospectivas más  ambiciosas de Picasso, gracias a los préstamos realizados por el Museo que lleva su nombre en  París, y a las obras que se conservan en el Museo Reina Sofía. 

  Esta exposición, que será inaugurada mañana por el príncipe Felipe y su esposa, la princesa Letizia, ha sido posible por el cierre temporal del museo parisino que ha iniciado trabajos de ampliación y modernización.

   Se trata de un acontecimiento cultural difícil de repetir en un futuro, dada la extraordinaria calidad y cantidad de las obras, más de 400, entre pinturas, esculturas, cerámicas, dibujos, grabados, cuadernos de apuntes y una selección de 20 fotografías documentales del archivo del pintor.

   Dado el importante número de obras, el recorrido de la exposición, planteado con criterios cronológicos, transcurre por tres grandes salas dedicadas a muestras temporales y el ala completa de la Colección Permanente en la que se encuentra situado el Guernica.

   En la primera de ellas se mostrarán obras realizadas entre 1895-1925 que muestran la génesis de la obra picassiana con lienzos de gran relieve.

Las obras de la sala «Picasso 2», de 1924-1936, siguen los caminos del artista en su etapa surrealista.

   Finaliza el recorrido con trabajos realizados por Picasso en los últimos años, de 1946 a 1972: pinturas de los años 50, el bestiario inventado a partir de desechos y objetos domésticos en yeso, cerámicas, y pinturas que constituyen un testimonio del importante trabajo de relectura de la historia de la pintura que emprende el artista en aquel momento.

   Los herederos de Picasso, interesados en conservar ese fondo en su integridad, cedieron  al Estado francés y al  museo unos 200,000 mil  documentos y fotografías de los «archivos privados» del artista.