El esposo de Yasmín Valdez de Rodríguez, asesinada a cuchilladas en Mao el 25 de mayo de 2010, se quejó del mal manejo y poco interés de las autoridades policiales y del Ministerio Público para esclarecer el crimen.
Al cumplirse el miércoles el primer aniversario del homicidio, el historiador y profesor universitario maeño Manuel Rodríguez Bonilla expresó sus quejas en un espacio publicado en esta misma edición.
En el documento expresa que en el transcurso de este año se ha entrevistado con el Procurador General de la República, Radhamés Jiménez Peña, con cuatro procuradores adjuntos, con la fiscal de Santiago, Jeny Berenice Reynoso, con el asistente del jefe de la Policía y otras autoridades, reclamando que se agilicen las investigaciones pero no ha obtenido ningún resultado.
Indicó que en interés de que los responsables del crimen sean apresados y sometidos a la justicia, ha remitido 43 correspondencias a los citados funcionarios, todas con acuse de recibo, algunas con informaciones puntuales sobre los presuntos asesinos de su esposa.
Entre estas informaciones, señala la confidencia al fiscal adjunto Nelson Rodríguez de una vecina que escuchó la discusión exaltada que sostuvieron cuatro jóvenes sobre su participación en el crimen, poco después del hecho, tres de ellos con antecedentes de consumo de drogas.
Dijo que esa señora dio nombres específicos, que fueron verificados con otra fuente, pero el magistrado Rodríguez ocultó esa información a la comisión investigadora designada, a pesar de que había comentado el hecho a Bienvenido Hilario y Robert Martínez, este último de la oficina Domínguez Brito y Asociados, de Santiago.
Se quejó también del manejo inadecuado dado inicialmente a la investigación, de parte del referido funcionario judicial y el coronel policial Víctor Hugo Mancebo, jefe de Investigaciones Criminales de la Región Noroeste, con asiento en Mao.
Expresó que a los pocos minutos de estos presentarse a su hogar, se aventuraron a especular en voz alta, frente a curiosos y periodistas que acudieron al lugar, que eso tenía las características de un crimen pasional, inculpándolo así frente a los presentes. Dijo que a partir de ese momento algunos comunicadores iniciaron una campaña mediática contra él.