Santo Domingo.- El politólogo Belarminio Ramírez Morillo pidió a los Jueces de la Junta Central Electoral que hagan un alto en sus dimes y diretes para que eviten que la excelente labor que han llevado a cabo al frente de esa importante institución termine empañada por pasiones, intrigas y diferencias personales.

El profesor universitario expresó que al parecer los jueces de la Junta Central Electoral son muy buenos comunicándose con la opinión pública, hablándole a los ciudadanos a través de los medios de comunicación, pero no así comunicándose, compartiendo informaciones y tareas internamente.

El experto electoral dijo que el actual Pleno de la Junta Central Electoral es probablemente uno de los mejores equipos que ha dirigido a la institución a lo largo de toda su historia.  Subrayó que si hacemos una evaluación pormenorizada del desempeño, de las tareas acometidas por esta Junta, probablemente estemos en presencia de la mejor gestión de todos los tiempos.

Calificó como lamentable el hecho de que los Jueces de la JCE, personas de alto prestigio profesional y con una hoja de servicio eficiente frente a la Nación, personas que llegaron al órgano electoral con un nombre hecho, estén actuando fuera de contexto y con ausencia de sentido común. “Todo parece indicar que para algunos jueces de la JCE es más importante promocionar sus diferencias frente a la ciudadanía que comunicar los logros de su gestión y salvaguardar la imagen de la institución.”

El abogado y político dijo que tanto el Pleno, como las Cámaras Administrativa y Contenciosa de la JCE, han hecho un buen trabajo, pero la imagen de esa excelente gestión está siendo afectada por los permanentes conflictos en que viven envueltos algunos magistrados.

El ex Delegado en la Dirección de Elecciones de la Junta Central Electoral dijo que en el pasado el órgano electoral era el centro de expresión de los conflictos entre los partidos, y ahora el papel se ha invertido, ya que los partidos lucen armoniosos frente a la JCE, y son los miembros del Pleno quienes viven en permanentes enfrentamientos y diatribas.