El presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), Campos de Moya, recordó ayer que ellos como industriales también utilizan combustibles en sus plantas, lo que significa un aumento del costo de la energía eléctrica que usan, por lo que pidió a los transportistas tener paciencia en el tema de las alzas en el precio de los combustibles.
Dijo que contrario a lo que hacen los transportistas, ellos están asimilando las alzas y tratando de ser más eficientes para intentar que la situación no se traduzca en aumentos de precios para los productores.
“Yo creo que lo que tenemos es que trabajar unidos e invito a esos transportistas a que en vez de hacer llamados a caravanas, para gastar más combustible, lo que deben hacer es acercarse a las autoridades y enterarse realmente de lo que está ocurriendo en el mercado internacional”, señaló Campos de Moya.
Indicó que en la República Dominicana se compran las partidas que son necesarias a muy corto plazo y muchas veces la reducción del precio del petróleo se produce dos o tres semanas después de haber ocurrido la compra.
De Moya dijo que cree que el Gobierno dominicano es transparente, ya que todas las semanas hay revisión en los precios de los combustibles, pero que lo que pasa es que esa transparencia no ocurre de manera inmediata sino varias semanas después del cambio de precio.
En abril, la Federación Nacional de Transporte Dominicano (Fenatrado) amenazó con paralizar sus servicios debido al impacto que estaban causando al sector los precios de los combustibles.
Exportaciones. Al referirse a las exportaciones, Campos de Moya dijo que más que promoción, como pidió el presidente de la Asociación Dominicana de Exportadores (Adoexpo), Luis Concepción, se necesita facilitar el movimiento de la carga dominicana hacia el exterior, que aún presenta muchas trabas.
“No es tan diligente como las importaciones que se hacen desde el exterior hacia la República Dominicana. Yo quiero ver el día en que un producto dominicano tenga las mismas facilidades de salir de nuestro territorio como lo tienen los productos que vienen desde fuera”, expresó De Moya.
Dijo que a los productores locales, incluso, se les hace difícil venderle al sector turístico debido a trabas como una serie perisologías y de intervención de departamentos burocratizados que hacen lentos los permisos.
“Nosotros hemos estimado que algunos productos se toman hasta 90 días, desde que un comprador en un hotel decide adquirirlo, hasta que el productor dominicano puede hacer la entrega”, indicó De Moya.