En vista de que el flujo de mercancías desde República Dominicana hacia Haití está asociado a las incertidumbres propias del transporte terrestre de carga en términos de inseguridad, sobrecostos y hasta embotellamientos y obstrucciones en la frontera para cumplir con los procesos aduaneros que establecen ambos países, existe la necesidad de mejorarlo a través del incremento de los servicios del transporte marítimo de corta distancia (short sea shipping).

Así lo consideró el empresario naviero Aníbal Piña, quien recomendó a su vez diseñar una estrategia en la que convengan ambas naciones de forma tal que se pueda incentivar esta modalidad de transporte que ha sido exitosa en Europa y otras naciones del mundo al punto de ser denominadas “las autopistas del mar”.

El empresario naviero especificó que su planteamiento no implica la creación de una flota mercante estatal, sino más bien concentrar la carga en una especie de clúster para que se convierta en volumen suficiente con capacidad de atraer a los armadores propietarios de las naves y se implemente un servicio especial para abastecer a Haití e islas menores.