En esta vivienda de extrema pobreza, ubicada en la comunidad El Jengibre, Los Llanos, en San Pedro de Macorís, residen en precarias y pésimas condiciones, María Elena Ozuna, su marido Leoncio Victorino y los seis hijos de ambos.
Victorino era bracero de la caña y ahora vive de la limpieza de terrenos, un trabajo esporádico y con ingresos que no alcanzan ni siquiera para comer varias veces al día. Los hijos de esta pareja tienen edades entre los 8 y 18 años y van a la escuela a duras penas, pues a veces carecen de calzado.
La vivienda no tiene baño y el piso es de tierra. Cocinan en un fogón con leña y no cuentan con nevera, televisión ni otros enseres básicos. Ante esta realidad se inició una campaña de recolección de ayudas para construir una vivienda digna a estas personas que viven en condiciones infrahumanas.