Hoy 
POR SOILA PANIAGUA
El presidente de la Asociación Nacional de Comerciantes Detallistas de Provisiones (FENACODEPRO) exhortó ayer al sector comercial a no recibir billetes de RD$2,000 que lleven a sus negocios personas desconocidas, mientras las autoridades no tengan el control de ese problema.
Jhovanny Leyba denunció que ya han sido afectados diversos establecimientos comerciales, incluyendo pequeños negocios como colmados ubicados principalmente en Santo Domingo y Santiago.
Dijo que la mayoría de los colmados que se dedican mayormente a las ventas de provisiones no soportarían la introducción de ni un solo centavo falsos.
Es mejor perder una venta de RD$100 ó RD$200 y no correr el riesgo con un billete falso de RD$2,000 , expresó el dirigente comercial. Manifestó que ya han sido afectados diversos establecimientos comerciales en varios puntos del país, sobre todo en Santo Domingo y varias comunidades de Santiago, donde se han presentado personas desconocidas a quienes los dependientes les hicieron ventas menores, haciéndoles devoluciones en efectivo. Llamó al gobierno a aplicar manos duras contra los falsificadores, tras opinar que hasta ahora las condenas son muy suaves para ese tipo de delito.
En otro orden, Leyba, apoyó que las naciones ricas y desarrolladas eliminen los subsidios a sus productores, tal como planteara el secretario de Agricultura, Amilcar Romero, en la recién finalizada Cumbre de la Organización Mundial del Comercio, que se llevó a cabo en Hong Kong.
Afirmó que la eliminación de los subsidios a los productores ayudaría a que las naciones en desarrollo puedan competir en igualdad de condiciones en un mercado abierto como el que auguran los nuevos tiempos.
El hecho es que si los subsidios desaparecen en los países ricos, las naciones en vía de desarrollo podrían tener grandes beneficios, sostuvo.
Añadió que en las naciones pobres los campos se quedan vacíos y la agricultura se queda sin hombres y mujeres que trabajen la tierra, porque estos salen en busca de mejor nivel de vida a las grandes ciudades, pero lo que hacen realmente es aumentar el cinturón de miseria al no poder adaptarse.
Agregó que la falta de apoyo al campo también incentiva la migración ilegal a los países desarrollados, la delincuencia en las grandes ciudades y el desempleo en sentido general, porque el agricultor quiebra y las empresas agrícolas cierran sus puertas al no poder competir con los productos que envían a sus mercados los grandes productores de las naciones ricas.
