POR PEDRO GERMOSEN
El presidente de la Cámara de Diputados, licenciado Julio César Valentín, propuso ayer una cumbre de los principales líderes políticos y sectores del país para que diseñen una agenda nacional de desarrollo que contribuya al avance y el bienestar de todos los dominicanos.

Valentín (PLD-Santiago) expresó que la reunión de las principales fuerzas políticas debe producirse antes de que termine el proceso electoral, porque si se deja para después, advirtió, el que gane se considerará dueño absoluto del país y, como es costumbre, dará la espalda a sus adversarios.

Consideró que es necesario que el liderazgo político nacional se convierta en adulto y deje atrás las protestas y los escarceos tras la celebración de cada elección presidencial y legislativa.

Valentín dijo que tiene la aspiración de que algún día los candidatos presidenciales  convoquen a los técnicos de las organizaciones políticas mayoritarias para que les diseñen parte de su programa de gobierno.

Al ser entrevistado por el licenciado Laureano Guerrero Sánchez en el programa Hablan los líderes, que se difunde por la Corporación Estatal de Radio y Televisión (CERTV), el legislador indicó que en ese programa deberá consignarse la reforma fiscal que verdaderamente necesita el país.

Asimismo, el programa de los candidatos presidenciales deberá consignar una inversión en la educación que se corresponda con el Presupuesto de Ingresos y Ley de Gastos Públicos, expresó Valentín. Igualmente, dijo, el programa deberá establecer, entre otros aspectos, cómo hacer una nación con sólida seguridad jurídica.

Valentín afirmó que la clase política no coopera para nada, al extremo de que cuando se proclama un vencedor el adversario piensa que llegó el fin del mundo y lo menos que hace es echar maldiciones al sistema democrático.

El presidente de la Cámara de Diputados dijo que para la salud y el bienestar de la patria, se precisa de la comprensión y la cooperación del liderazgo político, sin importar las banderías partidarias.

Señaló que uno de los grandes males del país es el concepto inmediatista que tienen los dirigentes nacionales en torno a los acontecimientos políticos y sociales, cosa que, sostuvo, los obnubila y los hace pensar que sólo ellos tienen la razón.

Dijo que no es posible que los dirigentes políticos, entre los que se incluyó, tengan una visión de los hechos cuando están en la oposición y otra cuando asumen las riendas del Estado.