Pide cumplir Constitución y no tratar de reformarla

Pide cumplir Constitución y no tratar de reformarla

POR LLENNIS JIMÉNEZ
El jurista Juan Manuel Pellerano Gómez se manifestó ayer contrario a modificar la Constitución y dijo que, en cambio, lo que se debe hacer con ella es cumplirla, pues pese a más de 37 enmiendas, el régimen político del país sigue igual. Al respecto dijo que ya es suficiente con las letras que tiene la carta magna.

Pellerano, un experto en derecho constitucional, entiende que la República Dominicana posee dos constituciones y que eso podría ocasionar una correlación de fuerzas que no se ajusta a ningún régimen. Opinó que existe la Constitución semántica que se proclamó en San Cristóbal el 6 de noviembre de 1844, y otra Carta Magna manejada por poder dentro del Estado.

El doctor Pellerano consideró que la Suprema Corte de Justicia tal vez no tiene la capacidad actual para poder evacuar todas las decisiones de los recursos de inconstitucionalidad que mantiene paralizados, por lo que favoreció la creación en el alto tribunal de una sala especializada para que conozca todo lo referente a las violaciones al derecho constitucional.

Expresó que según el presidente de la Suprema, ese tribunal tiene más de 170 expedientes de inconstitucionalidad a la espera de ser conocidos.

No obstante, reconoció que fue importante la reforma constitucional del año 1994, porque dio la posibilidad de la apertura a una modificación profunda en la administración de la justicia. Sin embargo, esa modificación no creó un período nuevo constitucional que se pueda decir.

Agregó que los tantos cambios y enmiendas a la constitución lo que crea es problemas.

Puso como ejemplo el derrocamiento del presidente Juan Bosch en 1963, el que a su parecer ocurrió porque la Constitución de ese año insertó un artículo que decía, «más o menos, que la República Dominicana era un Estado fundado en el trabajo».

Indicó que eso «dio pie a que lo tumbaran», porque se creyó que Bosch implantaría un régimen colectivista.

Afirmó que en torno a la Constitución el país se ha manifestado casi dividido, en lo que pudiera llamarse un grupo liberal y otro grupo autoritario.

Pellerano Gómez aseguró que los dominicanos tienen un total desconocimiento de lo que debe ser la Carta Magna y culpó a los gobiernos de esta falla. «Ningún país político, ni siquiera ahora, ni los últimos gobiernos, se han atrevido a comenzar a enseñar la Constitución al pueblo. No han dado la cartilla para que la lean”.

Propuso, como reparación al desconocimiento de la ciudadanía de la ley sustantiva, enseñarles los fundamentos del régimen democrático para que en sus vidas privadas la puedan practicar.

En otro orden, el jurista consideró que el recurso de amparo camina hacia su muerte, pese a que fue un gran paso en la legislación dominicana.

Pellerano Gómez emitió sus consideraciones en entrevista concedida al programa «Líderes», que conduce el abogado Orlando Jorge Mera, por Color Visión.

Expresó que el derecho de amparo no ha sido lo exitoso que ha debido ser, porque la mayoría de los abogados no saben qué es eso y porque el recurso de amparo lo juzgan los jueces civiles, y la mayoría no quiere trasmutarse en derecho de jueces constitucionales y juzgar en amparo.

«Desde que ven la posibilidad para escurrir el bulto y desapoderarse del caso, lo hacen», declaró, al tiempo de expresar que se han inventado de que el recurso de amparo es subsidiario y de que solo es aplicable si no existe otra disposición en la ley.

Señaló que debido al inconveniente de los recursos de amparo, los procesos que deben ser expeditos, se pierden.

Manifestó que el papel de la Suprema, como guardiana de la constitucionalidad, reconoció en un recurso de amparo de que fue apoderada, que este procedimiento es una institución vigente en el derecho dominicano, por haber sido adoptadas las convenciones internacionales correspondientes.

Pellerano Gómez dijo que la Suprema completó la regulación procesal que no había para actuar y entonces, estableció una serie de normas para poder ejercer el derecho de amparo, «que es lo que da garantía de vigencia a los derechos humanos».

Indicó, además, que el problema de los derechos fundamentales no es afirmar su existencia, que los poderes públicos admitan que el hombre tiene derechos que van, inclusive, por delante del Estado, porque el problema de hoy es cómo se garantiza que esos derechos sean reales, para que la persona pueda reclamar e imponer su vigencia.

Manifestó que para esos fines, el país ha sido signatario de una serie de convenciones internacionales sobre derechos humanos, que forman parte de lo que la doctrina y la Suprema Corte de Justicia han llamado el bloque de la constitucionalidad.

Dijo que en virtud del artículo 10 de la Constitución, los derechos individuales no son solo los que la Constitución señala, sino otros de igual naturaleza, los que a su criterio,  se constitucionalizan en el derecho dominicano.

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