POR NARCISO PEREZ
SANTIAGO.- El presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, denunció ayer aquí que el imperio de la delincuencia y la violencia quiere imponerse sobre los sectores sanos, trabajadores y honestos de la sociedad dominicana.
«Cuando los buenos se organizan y hablan entonces aparece el contra-ataque de los que representan al imperio de la violencia, la delincuencia y el narcotráfico, que quieren imponer sus reglas y métodos a los dominicanos», expresó.
«Pero nosotros no podemos desanimarnos ni pensar que esos contra-ataques son sus triunfos, esto es como una guerra, de ataques y contra-ataques y lo seguirán haciendo porque aspiran convertir el país en una selva y que el más fuerte, como el león, quieren dominar las situaciones», proclamó.
Señaló que el gobierno y los diferentes sectores de la sociedad no deben cansarse en la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico, ya que eso es lo que quieren sus patrocinadores.
«Si nos cansamos, los enemigos de la paz y el bienestar de la República Dominicana tratarán de desprestigiarnos, de comprar a la gente, entonces los que están trabajando con el programa Barrio Seguro deben tratar de tener éxito, ya que si se fracasa, entonces tendremos que buscar otro mecanismo, ya que no podemos permitir que esto se convierta en una selva, donde imperen las fieras», precisó monseñor de la Rosa y Carpio.
SOBRE DEPORTADOS
En otro orden, monseñor de la Rosa y Carpio saludó la propuesta de monseñor Agripino Núñez Collado de acoger y readaptar a los deportados que ingresan al país.
«Quienes quieran regenerarse debemos admitirlos en la sociedad, pero debemos cuidarnos de aquellos que no cambiarán porque seguirán cometiendo hechos delictivos», dijo monseñor de la Rosa y Carpio.
HAITI
En cuanto a las relaciones entre los gobiernos dominicano y haitiano, monseñor Ramón de la Rosa y Carpio manifestó su esperanza de que mejoren y se reduzca el tráfico de drogas y armas por la frontera domínico-haitiana.
«Desde 1997 la conferencia episcopal dominicana y haitiana estamos pidiendo una discusión franca y abierta de los problemas comunes de los dos países», dijo de la Rosa y Carpio.
Dijo que el nuevo presidente haitiano goza de una opinión favorable en el país, por lo que es conveniente que se reúnan los dos presidentes a conversar sobre narcotráfico, inmigración y las relaciones comerciales.
Las declaraciones de monseñor de la Rosa y Carpio se produjeron durante la puesta en funcionamiento del nuevo Sistema de Administración de Información Criminológica (SAIC) de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), durante un acto celebrado en el hotel Gran Almirante, de esta ciudad.