POR EVARISTO RUBENS
El director de Aduanas, licenciado Miguel Cocco, exhortó ayer a los productores agrícolas a mantener la unidad, para luchar contra los países que puedan desplazarlos de los mercados en los que venden sus productos.

Dijo que teme que con la producción de algunos rubros agrícolas, si los agricultores no saben mantener una unidad de propósitos y tener una relación armónica sostenida y crítica con los gobiernos, van a ir paulatinamente reduciéndose las posibilidades de mercadear sus productos.

Cocco manifestó que no es la primera vez que la humanidad asiste a esas políticas desgravatorias, pues ya lo hicieron Inglaterra y Alemania, los propios norteamericanos cuando las colonias se unieron y España cuando las devastaciones de Osorio en la República Dominicana.

Cocco se expresó en estos términos al dar las gracias por el reconocimiento que le hizo la Asociación Dominicana de Factorías de Arroz (ADOFA), junto a los secretarios de Agricultura y de las Fuerzas Armadas, Salvador (Chío) Jiménez, y el teniente general Ramón Antonio Aquino García, por su contribución a la lucha contra el contrabando de arroz.

Los tres funcionarios recibieron una placa de reconocimiento de mano del presidente de ADOFA, ingeniero Miguel de Moya, durante un acto en el Hotel Lina, al que asistieron arroceros y molineros del todo el país y funcionarios del sector agropecuario.

El director de Aduanas expresó, además, que nada bueno se puede legitimar en el mercado local para un producto nacional, “pero sí tenemos el derecho y la posibilidad de legitimar condiciones iguales para nuestros productores”.

Consideró que si no hay condiciones iguales para los productores nacionales, ya sean franceses, alemanes, norteamericanos o suecos, los productores dominicanos no estarán en capacidad de competir.

Precisó que por eso es que se necesita el juicio crítico y la capacidad orgánica para que las instituciones que hoy tienen vigencia y presencia en la actividad, sepan establecer los verdaderos parámetros de la acción.

Afirmó que sería una locura oponerse al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Centroamérica (DR-CAFTA), pero que si hubiera una actitud desaprensiva, no se contempla que hay que luchar por legitimar e imponer los mecanismos de salvaguarda y que los subsidios dejen de existir a sus exportaciones para aniquilar nuestros productivos. 

El funcionario también advirtió que la apertura del mercado nacional al entrar en vigencia el RD-CAFTA traerá puntos de conflicto, de tirantez y de sobreprotección de exportaciones de los países mas desarrollados.

Agregó que estos asuntos van a contradecir un  poco la filosofía esbozada de que hay garantía plena entre las dos economías.

Dijo que mientras se mantengan los subsidios “y nosotros recurramos a los mecanismos de salvaguarda, los tratados de libre comercio pueden tornarse en una inequidad que nos puede dejar huérfanos de nuestra producción estratégica”.

Cocco afirmó que no está en contra del DR-CAFTA, sino todo lo contrario, pero que cree que el país no tiene mas posibilidad que abordarlo rápidamente e incursionar en él, “pero con ojo avizor, porque una cosa piensa el burro y otra el que lo apareja”.

Indicó que ese ejemplo cave como anillo al dedo, para resaltar que un país no puede entregar sus alimentos a los vaivenes del mercado y a las complejidades de los mecanismos de subvención que hay en algunas naciones.

El director de Aduanas manifestó que hace unos años el país se vio impactado por una ayuda sustancial que fue cubierta por la Ley PL-480, de los Estados Unidos, “mediante la cual nos enviaba aceite, margarina, queso y leche en polvo, que se distribuían entre los sectores más pobres”.

Señaló que esos productos paliaban el hambre cotidiana, pero sacrificaba el ensanchamiento del desarrollo nacional en esos renglones.

Expresó que se trataba de excedentes de producción que entonces eran quemados por algunos países, “pero a través de la Ley

P-480 nos los enviaba Estados Unidos financiados en aquellos programas masivos de la época del Presidente Jhon F. Kennedy”.