Pide fideicomiso para dirigir Haití

Pide fideicomiso para dirigir Haití

POR GERMAN MARTE
Como Estado, Haití es inviable, «no funciona», por lo que se impone una intervención o fideicomiso internacional para garantizar que la empobrecida nación pueda salir de la crisis en la que está sumergida, afirmó ayer el sociólogo Frank Marino Hernández.

«El pueblo haitiano seguirá ahí, no desaparecerá, pero el Estado parece inviable, porque no funciona», expresó Marino Hernández.

Destacó que la oposición le niega toda legitimidad al primer ministro Gerard Latourtue y no apoyan lo que él hace, pero tampoco ofrece alternativas viables.

Desgraciadamente, expresó, lo que se impone ante esta situación es una intervención o fideicomiso internacional porque si los dirigentes políticos haitianos no se ponen de acuerdo tendrán que venir de afuera a sofocar lo que podría ser un foco de perturbación regional.

«Porque si nosotros los nacionales de estos países pequeños no nos ponemos de acuerdo para gobernarnos, tendrán que venir de fuera, y eso lo había previsto Simón Bolívar inclusive», dijo Hernández al participar como expositor en el Seminario La Comunidad Internacional, los Partidos Políticos y la Sociedad Civil, en la Crisis Haitiana: Un Desafío Insular» ante decenas de dirigentes políticos, religiosos y de la sociedad civil haitiana.

Considero que en la labor de rescate de Haití los dominicanos podrían jugar un papel importante, pero observo que el país carece de recursos económicos para esta labor.

«Nosotros tenemos gente, tenemos voluntad política del gobierno dominicano y tenemos recursos institucionales, pero no tenemos recursos ni dinero en efectivo, para financiar proyectos de desarrollo en Haití. Aquí hay muchos equipos de construcción, muchos ingenieros, muchos médicos, pero el gobierno -por la crisis que todos conocemos- no tiene la capacidad para hacer desembolsos de apoyo a programas en Haití», manifestó Hernández.

Ante esa realidad, indicó, corresponde que los países donantes acudan a las infraestructuras humanas y técnicas de la República Dominicana, para con dinero europeo canalizar a través de los recursos dominicanos y poner una suerte de apoyo a la situación haitiana.

COMUNIDAD INTERNACIONAL

Pero hasta ahora, precisó el siciólogo, el aporte económico de la comunidad internacional para Haití ha sido «absolutamente insignificante» y apenas llega al 8% de lo prometido el año pasado.

Recalcó que hasta ahora la comunidad internacional ha incumplido su promesa de ayudar a la empobrecida nación de más de ocho millones de habitantes.

Entretanto, señaló, parece insoluble la solidaridad entre la sociedad haitiana y sus dirigentes.

Dijo que conceptualmente la comunidad internacional ha asumido un rol importante que debían jugar en la solución de la crisis haitiana, pero resulta que desde julio del año pasado, cuando los llamados países amigos de Haití hicieron el compromiso de aportar US$1,150 millones para la recuperación de Haití, sólo ha erogado US$90 millones, equivalente al 8% de lo prometido, y de esa suma, apenas la mitad se ha destinado a fortalecer el proceso electoral para garantizar las elecciones de noviembre de este año.

Esto indica que la comunidad internacional apenas ha aportado US$45 millones para proyectos de recuperación económica lo cual es una cantidad «absolutamente insuficiente», precisó el sociólogo.

Recordó que el 18 de marzo pasado, el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Michell Barnier reconoció en una cumbre internacional sobre Haití que lo realizado era insuficiente y que ya había pasado el momento de las promesas y que había que concretar proyectos específicos de ayuda a esa nación, de manera que lo prometido el año pasado, todavía no se manifiesta en la recuperación real de la situación.

Añadió que tal como ha señalado el presidente Leonel Fernández, la solución a la crisis haitiana pasa necesariamente por la reconciliación nacional, pues Haití es una nación atomizada, donde hay 91 partidos registrados en el Colegio Electoral.

«En Haití no hay cabeza, todo el mundo quiere ser cabeza de ratón y no cola de león», consideró.

A su juicio la reconciliación de la sociedad haitiana debe ir acompañada de la recuperación económica a través de proyectos específicos de infraestructuras y de desarrollo de la producción.

En Haití no hay ni siquiera suficientes caminos en condiciones, no hay escuelas, dispensarios médicos y además ha colapsado el servicio de agua potable y los demás servicios, añadió.

 

 

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