Pide intervención conjunta de los BC para evitar guerra divisas

Pide intervención conjunta de los BC para evitar guerra divisas

Los bancos centrales del mundo deben planificar de manera conjunta y coordinada una intervención monetaria similar a la acontecida en 1985 tras el conocido ‘Acuerdo del Hotel Plaza’ para apoyar el yuan y evitar así que el dólar se siga fortaleciendo.

La sugerencia la hace el segundo mayor operador de moneda del mundo, Deutsche Bank, en su último informe sobre la economía mundial y la situación de las principales divisas mundiales.

«No se anticiparían demasiado Estados Unidos y el resto de los grandes actores mundiales si empezaran desde ya a considerar cuál es la mejor manera en la que pueden ayudar a China en su transición hacia un tipo de cambio determinado», explica en el informe Alan Ruskin, co-jefe mundial de investigación de divisas de Deutsche Bank AG en Nueva York.

Las intervenciones en los mercados de divisas ya ayudaron a contener el fortalecimiento del dólar durante la década de 1980, y es «muy probable» que se necesiten actuaciones similares en este «ciclo del dólar», ha señalado.
El yuan se ha debilitado alrededor de un 6% frente al dólar en los últimos seis meses, como consecuencia de la desaceleración de la economía China y la salida de capitales del país.

Este enfriamiento del gigante asiático ha provocado que China haya sufrido la primera caída anual de sus reservas en 23 años -las reservas cayeron en 513.000 millones de dólares respecto a 2014- lo que ha llevado al yuan a una situación «delicada» que ha pasado factura a los mercados mundiales. ‘Acuerdo del Plaza’

Al ritmo actual, las reservas acumuladas por el Banco Popular de China -tiene la mayor cantidad de reservas del mundo 3,3 billones de dólares- podría caer por debajo del del nivel considerado «adecuado» dentro de unos seis meses, después de verano, según estima el analista.

Este agotamiento de las reservas y las implacables salidas de capital podrían obligar a China a renunciar a la intervención directa sobre su moneda y dejar que esta se debilite. Este movimiento provocaría una subida del ‘billete verde’, lo que iría en detrimento de la economía de EEUU y el resto de grandes.

«Si la moneda China comienza a debilitarse más de lo deseado, o el movimiento de reservas no consigue frenar la pérdida de valor a pesar de las medidas,
una intervención coordinada sería una de las medidas más barajadas», añade el experto de Deutsche Bank En septiembre de 1985, los ministros de Economía de las principales naciones industriales se reunieron en el Hotel Plaza de Nueva York y convinieron intervenir en los mercados para depreciar el dólar frente al yen japonés y el marco alemán. El razonamiento era muy sencillo: los bancos centrales del mundo sólo podían hacer que los mercados de divisas se movieran de la forma que querían si actuaban juntos.

Esta vez, la intervención puede implicar a los EEUU, vendiendo dólares y comprando activos chinos y extranjeros, apuntala Ruskin. Otra de las medidas quee l analista baraja es que la Reserva Federal (Fed) recorte los tipos de interés, nuevamente, para debilitar el dólar. Todas estas medidas buscan evitar una guerra de divisas.

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Guerra de divisas

La amenaza de guerras de divisas hace que sea muy difícil para cualquier banco central actuar solo. Si un único banco recorta los tipos o imprime más dinero ahora mismo, se le acusaría automáticamente de intentar reducir la divisa, y de lanzar una nociva ronda de devaluaciones competitivas. Pero si todos actúan conjuntamente, podrían conseguir el estímulo que quieren.

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