Pide mejorar reforma tributaria

Pide mejorar reforma tributaria

POR MARIO MENDEZ
El consultor fiscal Daniel Artana favoreció ayer que el país trabaje varias semanas más en mejorar la reforma tributaria presentada al Congreso Nacional, para no tener que volver en dos o tres años a hacer otra reforma.

El doctor Artana hizo una evaluación de la reforma fiscal que se discute en el país, contratado por Chemonics Internacional, dentro del Programa de Competitividad y Políticas que financia la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (AID), aunque su trabajo no expresan necesariamente la posición de esas instituciones, sino su opinión profesional, basada en la experiencia en el diseño y ejecución de varias reformas fiscales en la región.

Entre las objeciones que hace el doctor Artana la reforma están las propuestas de gravar las transacciones financieras y a las telecomunicaciones con un selectivo del 10 por ciento. Además, sugiere bajar la comisión cambiaria del 10 por ciento al 5 por ciento.

A continuación el texto de una entrevista hecha por el editor económico de Hoy a Artana:

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MM: ¿Por qué en el país se hace una reforma fiscal?

DAA: La República Dominicana enfrenta una debilidad fiscal de importancia. Por un lado tiene una deuda pública que ha crecido mucho, como resultado de la devaluación del peso, y porque se han producido costos de una crisis financiera que el Estado ha asumido.

Cuando se computan la deuda del gobierno central y la del Banco central, la deuda es relativamente alto. A eso se suma un déficit fiscal muy importante.

Estamos hablando de cifras de cierta significación. El déficit fiscal, más el cuasi fiscal, es del orden del 7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Es muy elevado. En la región, cuando nos referimos a un déficit alto estamos hablando de 3 ó 4 por ciento.

Además, tienen una posición de deuda del país bastante elevada.

La economía está en una situación de baja actividad económica. Lo ideal sería no tomar medidas fiscales. Pero parece que va a ser necesario tomarlas.

Cuando uno tiene una economía deprimida, lo ideal sería hacer una política fiscal expansiva.

Ahora, ustedes no tienen espacio para hacer una política expansiva. Esa etapa ya la pasaron. Tampoco funcionó.

La política fiscal fue muy expansiva, si la medimos por el déficit fiscal, pero no ayudó a reactivar la economía.

Pero si uno la vuelve contractiva, probablemente tampoco ayude.

O sea, ustedes están en una situación muy particular, y la salida no la resuelve no la resuelve una reforma tributaria o medidas fiscales.

Requiere algo más que eso. Si se puede generar un shock de confianza, es posible que se puedan más que compensar los efectos negativos sobre la economía que pudiera tener una política fiscal contractiva.

La intención, por lo que se observa en el debate público, es que se quiere resolver el ajuste fiscal la mitad por el lado de los ingresos y la mitad por el lado del gasto, incluyendo eliminación del subsidio a la electricidad y al gas licuado de petróleo.

La mezcla de cuánto se pone por impuestos y cuánto por reducción de gastos, es una decisión que cada país puede manejar, pero hay que tener cuenta presiones futuras sobre el gasto que van a hacer que el país tenga que aumentar las recaudaciones. Hay una reforma previsional que ha aumentado la cobertura, lo cual tiene un impacto importante sobre el gasto: va a haber una mayor carga de intereses porque la deuda es mucho más alta de lo que fue durante la década de los 90; el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos va a generar un costo fiscal. O sea, habrá exigencias fiscales en el futuro y, por lo tanto, por más que se puedan hacer cosas por el lado del gasto, va a ser difícil evitar aumentos en las recaudaciones.

Lo ideal sería lograr estos ingresos reduciendo la evasión fiscal, que debería ser una prioridad en cualquier economía de la región.

Pero eso no va a resolver los problemas de los dos o tres años al gobierno, y por lo tanto, va a tener que recurrirse a otras fuentes, aunque debe seguir siendo una prioridad la reducción de la evasión fiscal.

MM: ¿La reforma tributaria que ha sido presentada es la adecuada, ante la situación actual de la economía, o usted cree posible una reforma fiscal que mejore la que ha sido depositada al Congreso Nacional?

DAA: Creo que la reforma, desde el punto de vista técnico, se puede mejorar bastante.

Mi sensación es que no hay mucho margen para postergar decisiones. Ese margen lo tuvo la República Dominicana probablemente uno o dos años atrás, por lo cual que habrá que tomar medidas por el lado de los ingresos y por el lado del gasto.

Si usted me preguntara sobre las medidas por el lado de los ingresos, lo que se envió al Congreso Nacional se ha venido cambiando, pero los cambios no están del todo claro. Creo que muchas cosas se pueden mejorar.

Hoy preguntaron qué nota yo le pondría a la reforma tributaria, y mi respuesta es que yo le daría una C. Reforma A no se hace en ninguna parte del mundo porque siempre hay grupos de presión, pero entre C y B hay un camino por recorrer.

MM: ¿Qué opina usted de una reforma que propone ampliar el impuesto a los cheques a todas las transacciones bancarias y que mantiene la comisión de cambio del 10 por ciento?

DAA: El impuesto a las transacciones financieras no es de los mejores impuestos.

Y la comisión cambiaria tampoco es buena, pero es mejor que el impuesto a las transacciones financieras.

El problema es que para reemplazar, por ejemplo, la comisión cambiaria, que genera muchos ingresos, habría que hacer una reforma tributaria más agresiva.

Algo que no me parece razonable es que se mantenga un nivel de exenciones del ITBIS mucho más alto que en los demás países de la región, lo cual es no es justificable ni por razones de eficiencia económica ni de equidad.

Yo muestro que la mitad, por lo menos, de las exenciones del ITBIS son regresivas, ya que favorecen más a los sectores de altos ingresos que a los de bajos ingresos.

Pero hay una resistencia política. Lo que ha pasado ha sido que se ha ido en realidad para atrás. Se le ha quitado al Poder Ejecutivo la facultad de reducir las exenciones, en la medida en que avance el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, pero tampoco eso se ha reemplazado diciendo vamos a reducir estas exenciones. La pregunta es de donde van a sacar la plata para la comisión cambiaria.

La comisión cambiaria tiene, como diseño tributario, un montón de problemas. Es un gravamen que se puede mover como uno quiera, podría ser objetable en el marco de los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio.

Sin embargo, creo que así como hay impuestos mejores que la comisión cambiaria, hay otros peores. La comisión cambiara es un mal menor que otras cosas. Yo prefería mantenerla antes que poner un impuesto selectivo a las comunicaciones.

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MM: ¿Usted cree que sería imposible evitar que se mantengan la comisión cambiaria y el gravamen a las transacciones bancarias?

DAA: No; yo creo que sería deseable reemplazarlos por otros. En el trabajo que he presentado, yo hago sugerencias sobre cosas que me parecen mejores.

Ahí yo sugiero reducir la comisión cambiaria a la mitad.

A mí no me gusta la comisión cambiaria, y menos me gusta el impuesto a las transacciones financieras.

Y creo que hay otras alternativas.

MM: ¿Qué pasaría si la reforma finalmente es aprobada como ha sido hasta ahora concebida?

DAA: Sacaríamos una C.

Creo que la República Dominicana debería aprovechar el momento para hacer una reforma tributaria buena.

Cuando uno empieza una gestión de gobierno, lo ideal sería hacer una reforma tributaria más ambiciosa.

Hay que tratar de evitar hacer reforma tributaria cada dos o tres años.

Lo ideal sería que se produzca una gran discusión sobre la reforma tributaria, que se produjera un consenso para que en ocho o diez años no se vuelvan a crear impuestos.

Los impuestos se ponen por ley porque influyen mucho en las decisiones del sector privado.

MM: ¿Cuáles son los daños que causaría que aprobemos una reforma tributaria como la que ha sido presentada al Congreso Nacional?

DAA: Hay cosas más importantes en un país que pasarse toda la vida discutiendo reformas tributarias.

Si usted consigue erradicar el problema fiscal de la discusión, la discusión pasa a cosas más importantes, entre ellas cómo el país se vuelve competitivo, como mejora la educación, cómo hacer mejores políticas sociales, como atraer inversiones. Esas discusiones son más productivas para el país.

MM: ¿Usted entiende que todavía estamos a tiempo de hacer una mejor reforma que la presentada al Congreso Nacional?

DAA: Siempre es posible.

Une de los riesgos que tiene la discusión de la reforma tributaria que está en el Congreso, es que en estas idas y venidas usted termine sacando una reforma tributaria que no dé las recaudaciones que se están buscando.

Urgencia hay, pero también sería importante sacar una buena reforma.

Urgencia no significa sacar una reforma entre la mañana y la tarde. El país se podría resolver el problema de urgencia y de una mejor reforma, trabajando tres semanas más este tema.

El país tiene la ventaja de que se han hecho varias propuestas de reforma tributaria, y se pueden sacar conclusiones rápidas.

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