El director del Centro Bonó,  sacerdote Mario Serrano, recomendó  ayer al director de Migración que previo a “forzar” ciertos tipos de requerimientos a los inmigrantes haitianos, cree los dispositivos  necesarios para evitar que, como ahora, tenga que estar buscando excepciones.

También le pidió darle una explicación al país de por qué  a cientos de esos extranjeros que tenían su residencia se les ha paralizado sin ninguna justificación.

“En la Dirección de Migración se están tomando una serie de medidas administrativas que no están apegadas a ningún tipo de reglamento, son disposiciones arbitrarias en donde el inmigrante se encuentra indefenso para saber cómo actuar o halla una respuesta”, dijo el sacerdote.

Cobro no ayuda. Rechazó la justificación que dio el director de Migración, José Ricardo Taveras, respecto del cobro  de un impuesto de RD$800  por cada 30 días  de estadía en el país a los estudiantes con visa, alegando que además de sorpresivo, es exagerado para ese sector que tiene una situación de vulnerabilidad.

“Da la impresión de que Migración tiene una necesidad de fondos y busca ese tipo de instrumentalización que para nada ayuda a la regularización de la migración”, dijo el sacerdote jesuita.

Se necesita información. El sacerdote consideró que el primer paso que debió dar la Dirección de Migración fue el diálogo con las autoridades universitarias y dar bastante información y tiempo a los estudiantes para que puedan definir su estatus migratorio en la República Dominicana.

Serrano reaccionó así ante las declaraciones dadas por el director de Migración durante su participación en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, donde admitió que si bien es cierto que hace falta información, no menos cierto es que se ha preocupado por pedir la cooperación de las universidades y exhortar a los estudiantes extranjeros a pasar por la institución a regularizar su estatus migratorio, y ninguno de los dos sectores ha obtemperado a su llamado, el cual reiteró ayer.