YAKARTA (AFP).- La Organización de las Naciones Unidas (ONU) cifró en casi 1.000 millones de dólares la ayuda urgente necesaria para los damnificados por el maremoto del 26 de diciembre, tras una cumbre extraordinaria realizada este jueves en Yakarta.

   «Hago hoy un llamado para una campaña de ayuda internacional de emergencia que emprenden las Naciones Unidas», dijo el secretario general de la ONU, Kofi Annan.

   De los 977 millones solicitados por Kofi Annan, 229 millones estarán destinados en particular a alimentos y agricultura, 222 millones para viviendas y necesidades no alimentarias, 122 millones para salud y 61 millones para agua e higiene.

   «En los seis meses que cubre este llamado, necesitaremos 977 millones de dólares para responder a las necesidades humanitarias urgentes de más o menos cinco millones de personas», declaró Annan.

   Esas necesidades están ampliamente cubiertas por las promesas de ayudas públicas y privadas que no cesan de llegar desde que se produjo la catástrofe.

   El gran movimiento de solidaridad mundial generó promesas de donaciones por un importe de 3.000 a 4.000 millones de dólares de países e instituciones internacionales, según la ONU.

   En vísperas de la cumbre de Yakarta, varios países anunciaron importantes aumentos de sus ayudas de urgencia.

   Alemania prometió un total de 500 millones de euros (660 millones de dólares) y Australia elevó sus donaciones a 760 millones de dólares.

   Por su parte, la Unión Europea desbloqueará 350 millones de euros suplementarios para la reconstrucción de los países afectados por el maremoto, además de unos 100 millones de urgencia anunciados el miércoles.

   En la cumbre de Yakarta participaron dirigentes de la Asociación de Países del Sudeste Asiático (ASEAN), la ONU, el secretario de Estado norteamericano Colin Powell y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

   Powell aseguró que la ayuda de Estados Unidos a las víctimas del maremoto, de 350 millones de dólares, era «más que generosa» y se mostró cauto sobre un eventual aumento.

   En efecto, el jefe de la diplomacia estadounidense advirtió contra el riesgo de otorgar demasiados fondos a Asia en detrimento de países pobres, en especial de Africa.

   Por su parte el canciller británico Jack Straw aseguró en Londres que su país se niega a entrar en una «carrera» con otras naciones sobre el importe de esas ayudas.

   Las promesas de dinero «son la parte fácil», pero es «mucho mas difícil» garantizar que se paguen efectivamente esas sumas, explicó Straw.

   Los dirigentes congregados en Yakarta aprobaron por otra parte la idea de acordar una moratoria de la deuda de los países afectados por el maremoto.

   Según el comunicado final divulgado tras la reunión, los participantes se congratularon del proyecto de «moratoria en la devolución de la deuda externa (…) con el objetivo de incrementar su capacidad en las tareas de rehabilitación y reconstrucción».

   Este documento retoma el conjunto de las ideas propuestas tanto por los países afectados por el maremoto como por el conjunto de las naciones donantes.

   El texto insta a los donantes y a las instituciones financieras internacionales «a proporcionar los fondos necesarios para asegurar la viabilidad y permitir que los programas (de reconstrucción) sean duraderos».

   El tema de la deuda de los países devastados volverá a ser tratado el martes 11 en Ginebra en el marco de una reunión de la ONU y nuevamente el 12 de enero en la capital francesa durante una reunión del Club de Paris, que congrega informalmente a los grandes países acreedores.

   De la cumbre también emergió un consenso sobre la necesidad de instalar un sistema de alerta de maremotos en el Océano Indico, inspirado en el que existe en el Pacífico desde hace unos 40 años.

   Para este proyecto, los países asiáticos esperan el apoyo técnico y logístico de los países ricos y de la ONU.